jueves, 18 de marzo de 2010

Una de vascos

Parece increíble pero los de la ETA han disparado contra un gendarme francés y lo han matado. Para unos especialistas en llegar justo hasta el límite tolerable en cada momento, sin rebasarlo nunca, esto es una formidable metedura de pata y un paso en falso de consecuencias fácilmente previsibles. Se acabó, para ellos, la frontera francesa. Es más, a partir de ahora estarán más seguros en España que en Francia porque los franceses no tienen que responder ante ningún partido nacionalista cuyos votos  puedan necesitar en las próximas elecciones, ni acostumbran a andarse con contemplaciones cuando alguien les toca la Marsellesa, como descubrieron, en su día, sus propios terroristas de la OAS,  de los que ya nadie se acuerda.  Antes al contrario, el gobierno francés estará más que interesado en demostrar que ningún terrorista, y menos cuatro ex seminaristas extranjeros,  puede pasearse impunemente por su territorio después de haber disparado contra su policía. Y sin el santuario francés, que de todas formas estaba ya muy lejos de ser lo que fue, ETA tiene, esta vez sí,  los días contados.  A no ser que alguien, por alguna razón, tenga interés en mantenerlos en activo. Que todo podría ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario