Consejera, Rector, amigos de los medios de comunicación, alumnos y profesores de la UNED.
La UNED es una universidad fuertemente implantada en Aragón desde los años 80 del pasado siglo, cuenta con tres centros en Calatayud, con 4084 alumnos y extensiones en Caspe y Ejea de los Caballeros, Barbastro con 1279 alumnos y extensiones en Fraga y Sabiñánigo y Teruel con 315 alumnos. Los tres desempeñan una importante labor de vertebración territorial y junto con el resto de los centros de la UNED, de cohesión a nivel nacional. Barbastro es uno de los centros denominados tecnológicos, por estar implicado, casi desde su creación por una OM del año 1983, en muchos de los procesos de innovación que se han llevado a cabo en nuestra Universidad. El centro de Barbastro organizó las primeras jornadas de informática en la educación celebradas en España en 1984 y el primer congreso de telemática en 1987. Y aquí se creó la primera base de datos de alumnos de la UNED, las primeras aplicaciones de librería, biblioteca y gestión académica, la primera aplicación de matrícula, la primera de gestión presupuestaria y la valija virtual que gestiona los exámenes presenciales simultáneos en todos los centros de la Universidad entre otras muchas.
Todo ello dentro de un modelo semipresencial pero en el que la parte presencial jugó un papel preponderante hasta la generalización del uso de Internet y de herramientas como el correo electrónico y la transmisión de video y audio de manera asíncrona a través de la red, algo que sólo empezó a generalizarse durante la primera década de este siglo. Un proceso que hubiera podido seguir su marcha, lenta pero imparable, hacia un entorno en que la preponderancia correspondiera a lo digital en un tiempo más o menos largo y en la hipótesis, todavía no confirmada, de que el progreso es lineal, pero el COVID 19 ha precipitado las cosas y nos ha llevado a un nuevo escenario en el que lo digital, el teletrabajo, las clases y tutorías en línea y los exámenes a través de Internet van a estar cada vez más presentes en toda la actividad económica y por supuesto también en la actividad docente.
De todo esto, naturalmente, lo más novedoso y de lo que venimos a hablar aquí es de los exámenes en línea. Las secuelas de la pandemia hacen inviable la concentración de alumnos en espacios cerrados para la celebración de los exámenes presenciales, con lo que la alternativa evidente es la celebración de exámenes a través de Internet y eso diseñado de tal manera que el alumno pueda acceder desde su casa sin instalaciones previas y con una configuración mínima. Puede parecer sencillo pero, evidentemente, no lo es y menos en una Universidad como esta, con más de 150.000 alumnos que deben ser evaluados en un plazo perentorio en condiciones que respeten principios como la privacidad, la accesibilidad, la igualdad de oportunidades, la seguridad, la concurrencia, la usabilidad, la adaptación a distintos dispositivos, etc.
Conseguir algo que cumpla estos requisitos hasta un nivel aceptable en poco más de un mes no es, desde luego, una tarea fácil pero aunque hay cosas que, obviamente, no se han conseguido lo cierto es que el resultado de este mes de trabajo es muy alentador y cuenta con el apoyo de una parte importante, que desde luego no alcanza el 100%, del profesorado de la Universidad. Esperamos que, con el tiempo, también los alumnos apoyen un proyecto pensado, sobre todo, para garantizar su derecho a la evaluación y respetando todos los demás. La concurrencia necesaria en una universidad del tamaño de la UNED está garantizada, mediante un proceso de escalado de servidores, la accesibilidad, seguramente mejorable, ha seguido las directrices del UNIDIS, el muy exigente departamento de la Universidad que se ocupa de los problemas originados por la amplia casuística de limitaciones funcionales y sensoriales que afectan a una parte de nuestros alumnos y que, de acuerdo con la ley, deben ser atendidos en todos los niveles de la Universidad.
La seguridad es quizá el elemento más cuestionable y cuestionado. Si el alumno se examina en su casa ¿no se facilitarán quizá demasiado los comportamientos fraudulentos, tales como la suplantación o la utilización de materiales no autorizados o incluso la realización de exámenes en grupo a través de las redes? La tecnología actualmente disponible hace que muchas técnicas de seguimiento resulten a la vez ineficientes e invasivas por lo que la Universidad ha optado por una mínima intervención del entorno en el que el alumno desarrolla su examen, por apelar al compromiso ético de los alumnos y por intentar proponer exámenes que puedan llevarse a cabo en una Biblioteca. Esta es la aplicación AVEX que ha sido desarrollada por técnicos del Centro de Barbastro trabajando desde su casa, con medios a veces precarios pero con la colaboración del resto de los centros tecnológicos, Tudela y Ponferrada, del Instituto Universitario de Educación a Distancia y de otros departamentos de la Universidad y bajo la dirección de todo el equipo del actual Rector Ricardo Mairal que, seguramente, tendrá cosas más interesantes que decir.