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viernes, 10 de mayo de 2024

El fango en perspectiva

 

Hace muchos años en este país no había libertad de prensa. No era una cosa que la mayoría de la gente echara de menos y, además, las cosas importantes pasaban siempre en el extranjero. La guerra de Vietnam ocupó la primera página durante años, también la revuelta estudiantil de 1968 o el bloqueo de Berlín: la vida y milagros de los duques de Windsor, los príncipes de Mónaco o los reyes de Bélgica; los festivales de Eurovisión, de Benidorm y de lo que fuera. También el turismo que, como ahora y a pesar de que los turistas eran menos y no estaba aún de moda controlar los porcentajes de ocupación de hoteles y chiringuitos, ya empezaba a ocupar una parte importante de las noticias de prensa.

Lo que ahora entendemos por política, que entonces se desarrollaba entre bambalinas, no era un asunto en el que el pueblo llano tuviera que meter las narices, así que de eso se hablaba poco y se escribía menos. Inauguraciones de fábricas, carreteras y pantanos; las visitas del jefe del Estado a provincias y sus excursiones, cinegéticas o de pesca, ocupaban la sección de nacional de los periódicos, que no tenían que molestarse en elaborar la noticia porque el texto y las fotografías llegaban puntualmente a todas las redacciones. Las emisoras de radio conectaban sin excusa ni pretexto, a las 2 y media y a las 10 de la noche, con Radio Nacional, entonces lo de nacional tenía otro sentido, y todos oíamos las mismas noticias y al mismo tiempo. No como ahora.

Con el ocaso del régimen, próximo ya el fallecimiento de su titular, la cosa se fue liberalizando poco a poco pero no sin tensiones. Hubo secuestros de revistas, era el tiempo de Triunfo, Cambio 16, Hermano Lobo, el Papus, entre otras muchas; y cierres de periódicos, llegando, en el caso extremo del Diario Madrid en 1973, a la voladura de su sede. Por entonces se acuñó la expresión ‘prensa canallesca’ para referirse a los medios desafectos, que desatendían las recomendaciones del gobierno.

La democracia trajo la liberalización a los medios de comunicación y con ella la ansiada libertad de prensa, con informativos independientes en las cadenas privadas de radio y, poco a poco, también en las de televisión. Es decir, libertad para publicar lo que a cada uno le viniera en gana, siempre y cuando, claro, tuviera donde hacerlo. Pero como había cierta pluralidad y todo el mundo estaba entusiasmado con el juguete, los primeros años de monarquía constitucional fueron relativamente tranquilos desde el punto de vista periodístico. La prensa del viejo régimen, Pueblo, Arriba, el Alcázar y la revista Fuerza Nueva entre otros, y los diarios provinciales del extinto movimiento, como Nueva España en Huesca, fueron desapareciendo definitivamente o cediendo sus cabeceras a administraciones locales, para convertirse en voceros de las nuevas autoridades.

La crisis de UCD, el advenimiento del PSOE, con varios mandatos consecutivos y un liderazgo incuestionable pero agotador, y la aparición de los primeros casos de corrupción que se hacían públicos, empezaron a poner de manifiesto los inconvenientes, para el poder, de la libertad… de prensa. Había una parte más o menos a favor del gobierno, el País, el Cambio16, la cadena SER, y otra más o menos en contra, como el Mundo, la COPE y alguna más que no recuerdo. Los negocios a la sombra del poder y los jaleos con parientes, un hermano del entonces vicepresidente, parasitando en su beneficio la delegación del gobierno en Sevilla, por ejemplo, dieron bastantes titulares y provocaron alguna crisis, primero de partido y después de gobierno.

Con la pandemia la cosa se complicó un poco más. Había, por primera vez desde el franquismo, una nueva doctrina en la que creer. La COVID era una pandemia, el confinamiento y las mascarillas imprescindibles, los PCR infalibles, el cierre de espacios públicos inevitable y las vacunas, en la práctica, obligatorias. Lo importante no es si todas estas monsergas tenían, o no, algún fundamento, eso no le interesaba a nadie. Lo importante es que no se podían cuestionar y, de hecho, no se cuestionaron durante todo el período de vigencia del evento, y que, como verdades incuestionables que eran, podían y debían, con el apoyo más o menos entusiasta de toda la prensa y si hacía falta de la Guardia Civil, ser impuestas por la fuerza. La cosa no llegó, aparentemente, demasiado lejos, pero sólo porque dieron el evento por terminado antes de que resultara contraproducente.

El experimento reveló que, mediante el temor, la manipulación y la complicidad o pasividad de los medios, se puede moldear el comportamiento social a voluntad. Aunque no resulte fácil extrapolar aquellos resultados a situaciones donde no haya por medio pandemias, guerras u otras catástrofes, en eso parecen estar ahora. Así que la historia sigue y de los resultados, que aún están por ver, ya hablaremos otro día. O no.

Enviado a ECA 10/5/2024

jueves, 15 de septiembre de 2011

El tinglado


El IBEX35 de septiembre 2010 a septiembre 2011
Lo que más me gusta, es un decir, de todo este carajal que se está montando y que más pronto o más tarde acabará por complicarnos mucho la vida, es el espectáculo que están dando, al alimón, gobiernos, mercados y periodistas. Las gentes del común también opinan, en las barras de los bares y otros mentideros y con parecida presciencia, pero al menos de lo que dicen, decimos, no queda mucho rastro ni tiene consecuencias mientras que lo que dicen o hacen aquellos trasciende, influye en lo que ocurre y queda para la posteridad y para su desgracia en las hemerotecas. La  canciller federal alemana ha declarado que ella no es partidaria de eurobonos u otras formas de disfrazar la colocación masiva de dinero de sus contribuyentes para seguir tapando las consecuencias de la mala gestión de otros e intentar retrasar lo que cada vez parece más inevitable, supongo que porque ya se ha dado cuenta de que eso no sirve para nada y además le quita votos en Alemania, que es lo que a ella le preocupa. Dice que es más bien partidaria de una política de gestos que es, por cierto, lo que más parecen agradecer los inversores -¿quién coño son estos tipos?- que ayer metieron un poco de dinero en la bolsa y cortaron la sangría de los dos días anteriores sólo a cuenta de unas vagas e imprecisas declaraciones de Barroso a propósito de los famosos bonos. Bueno, pues el gesto que ayer improvisaron Merkel, Sarkozy y Papandreu fue uno de los más ridículos con que nos han obsequiado en los últimos tiempos y han sido bastantes. Una videoconferencia entre los tres en la que los dos primeros pusieron al griego como chupa de dómine y le conminaron a seguir aplicando recortes y este último bajó la cabeza y prometió que sería bueno. La prensa, salvo la deportiva y la dedicada al chismorreo, que es ahora mismo la más seria y creíble, ha jaleado la iniciativa con las tonterías de rigor y ya sólo queda esperar a ver como se lo toman hoy los mercados que subirán, supongo, para volver a bajar cuando les dé la gana. Pero no son sólo estos, claro. Zapatero y Rajoy modificando la constitución española, Obama, lee bien pero poco más el chico este, suplicando, literalmente, a un  Congreso republicano que le permita reproducir el New Deal de Roosevelt o Lagarde filtrando que el FMI tiene 400.000 millones preparados para un eventual rescate de España son tres ejemplos más de los muchos que estos días se están dando de cómo gobernar, a base de ir capeando el temporal con gestos vacíos, en un mundo de fantasía dónde da igual 4 que 4e11. ¿De dónde sale todo ese dinero de los rescates, bail-outs o quantitative easings? ¿de dónde saldrá, en su momento, el de los eurobonos o como quieran llamar a lo que sea que se inventen para seguir haciendo lo mismo que hasta ahora? De ninguna parte. No existe. Son meros apuntes contables en un terminal de computador, dinero bancario creado con la esperanza de destruirlo cuando los rescatados paguen la deuda. O sea nunca. Si tiene algo que comprar, papel higiénico, por ejemplo, cómprelo ahora Puede que luego tenga que utilizar en el baño los billetes de banco. 




sábado, 27 de febrero de 2010

El milagro del hidrógeno

Esta semana, en la última página, el semanario local publica un artículo(*) titulado El hidrógeno hará posible la tercera revolución industrial, que resume, o extracta, una entrevista con un joven ingeniero industrial barbastrense que participa en un equipo de 'Fórmula Zero', una suerte de competición para coches con cero emisiones (de gases de combustión), con un coche llamado Milagritos que sólo emite vapor de agua y que parece utilizar hidrógeno, una fuente conductora de la electricidad, como combustible. El entrevistado sitúa, al hidrógeno, al final de una cadena, de la que también forman parte el carbón y el petróleo y vaticina que dará lugar a la tercera revolución industrial. En cuanto a la forma de obtener hidrógeno sin necesidad de ir al Sol, el lugar más próximo dónde se encuentra libre y en cantidad suficiente, a buscarlo, se trae a colación el supuesto buen posicionamiento de Aragón como productora de Energía. Aunque no lo dice exactamente así, parece que, de lo que se trata, es de aprovechar la exposición al sol y al viento de gran parte del territorio aragonés para transformar en electricidad la energía solar y eólica y obtener después hidrógeno por electrolisis, o algún otro proceso en el que no intervengan los combustibles fósiles, que el autor da ya por amortizados y prescindibles. Lanzados ya a toda marcha por la pendiente ecológico - nacionalista y localista descubrimos que hoy técnicamente es posible la utilización de energías no contaminantes y que todos los vehículos deberían ser eléctricos... En este aspecto Barbastro sería un enclave estratégico para el abastecimiento de hidrógeno (sic). Por el momento parece que sólo hay, en el mundo seis (6) coches milagrosos, diseñados por distintas universidades que coinciden en manifestar su interés, preguntando cosas, por Milagritos que, por cierto y a modo de aval se nos cuenta que ya ha aparecido en un programa de televisión, llamado 'el hormiguero', sobre cuya seriedad o credenciales científicas no puedo opinar.

El artículo no es demasiado relevante, al menos desde el punto de vista de la energía, pero lo traigo a colación en este blog porque utiliza algunos tópicos muy extendidos, que contribuyen a la desinformación generalizada en un tema tan sensible como este. El hidrógeno puede ser útil para almacenar, por el momento con bastantes problemas, la energía eléctrica producida por fuentes más o menos renovables, posibilidad a la que, probablemente, quiera hacer referencia la expresión, fuente conductora de la electricidad, utilizada en el artículo y que, en otro caso, no tendría el menor sentido, pero esto lo convierte en una portadora de energía y no lo coloca, ni de lejos, en pie de igualdad, desde el punto de vista energético,  con el carbón o, sobre todo el petróleo, que es enegía primaria, concentrada, abundante, al menos hasta ahora y relativamente fácil de usar, transportar y almacenar. Además, la mayor parte del hidrógeno que actualmente se produce proviene directamente del petróleo o el gas natural (metano) o utiliza el petróleo como fuente de energía para su obtención. Prototipos de coches movidos por hidrógeno hay muchos, seguramente más de seis y proyectos de comercialización de coches eléctricos tampoco faltan. En el 2004 y en Figueruelas, sin ir más lejos, se presentó el Hydrogen3, un coche movido por hidrógeno, con las mismas o parecidas virtudes que Milagritos, aunque no era un coche de exhibición o competición, sino que iba a empezar, supuestamente, a producirse industrialmente y a comercializarse en el 2010. No parece que las cosas vayan por ahí, aunque aún estamos en febrero, sino que, por el momento las esperanzas de Opel y de casi todos los fabricantes siguen puestas en los coches de gasolina y nada se sabe de la suerte que ha corrido el proyecto ni, por supuesto, de la extraordinariamente compleja infraestructura de almacenamiento y abastecimiento que habría que montar para que este tipo de vehículos fuera viable.

Creo que está muy bien que se investigue, que se juegue con cochecitos milagrosos, que se compita y que se mantenga el objetivo de prescindir, en su momento, de los combustibles fósiles. Es algo que probablemente habrá que hacer, por las buenas o por las malas, antes o después, pero no creo que sea buena idea dar por sentado que el hidrógeno va a solucionar todos los problemas en la hipótesis, de ninguna manera improbable, de una escasez de combustibles de origen fósil. Sobre todo porque eso, de momento, está lejos de ser una realidad. Las energías llamadas renovables, altamente dependientes también del petróleo, suponen sólo una ínfima parte de la energía consumida y proporcionan, en todo caso, electricidad pero no combustibles líquidos que son los que sostienen el 95% de la economía globalizada y siguen siendo la principal fuente de energía para todos los usos. Ahora, hace cien años y en cualquier futuro previsible, hasta que se acabe o hasta que aprendamos a vivir sin ellos. No es un problema de cantidad. Es un problema de concentración de energía.

(*) En cursiva, citas literales del texto del artículo.

viernes, 12 de febrero de 2010

El pico de petróleo en la prensa (II)


No es que sea un oráculo demasiado fiable, ni que el artículo sea una maravilla, pero no deja de tener su importancia que el Wall Street Journal haya decidido dar cabida, aunque sólo en la edición europea, a la, hasta no hace mucho cuidadosamente ignorada, cuestión del peak oil y la subsiguiente crisis energética. ¿Con qué propósito?. Descartada, por improbable,  la mera voluntad de informar, hay que considerar otras posibilidades como, por ejemplo para elevar los precios del crudo en los mercados de futuros, o reorientar la política y las prioridades de inversión, de los gobiernos europeos hacia las energías renovables, la nuclear o los vehículos eléctricos, o ... cualquiera sabe. Pero estoy de acuerdo. La próxima crisis será una crisis energética. Las financieras han perdido ya toda credibilidad y no queda más dinero para repartir entre los banqueros.

martes, 9 de febrero de 2010

El pico de petróleo en la prensa (I)

Hoy he leído un artículo, en el diario digital Cotizalia, sobre el Peak Oil, que hace un esfuerzo por presentar las distintas teorías relacionadas con el pico de Hubbert. No contiene nada nuevo sino que es una sucinta, pero interesante, exposición del estado de la cuestión. Lo saco a colación porque no es corriente que la prensa española y menos la económica, se ocupe de estas cosas y por uno de los comentarios, bastante pintoresco, firmado por una tal labruja, que contiene, en un tono algo más informal de lo habitual, alguno de los argumentos habitualmente esgrimidos en contra de esta teoría y que me permito reproducir aquí:

'Jajaja, hacia tiempo no me reía tanto con un articulo. Y es k aki hay iluminados y tontos de capirote. Una mentira repetida 1000 veces no se convierte en verdad pero se le parece mucho y cuando hay intereses k defender como la nuclear pues mas. Y entiendase k personalmente sí vería con buenos ojos cuatro o cinco centrales nucleares mas en españa. Pero eso es una desviacion al tema de la bufonada. Lo del peakoil siempre me ha parecido del humor digno de intereconomia o esas emisoras de chiste. Eso de iba un dinosaurio y se cayo en un pozo. Y hasta aki podria parecer k soy demagoga. Pero y si le digo k hay otra teoría al origen fosil del petroleo k es la abiotica. El pretroleo y otros hidrocarburos surguirían del manto de la tierra y por lo tanto contra mas abajo mas abundante. Eso no explica todo como tampoco explica casi nada la teoria del chiste, perdon, de los fosiles como el rellenado de yacimientos de forma natural despues de agotarse... Eso explica pk se encontró petroleo en suecia o en vietnam o pk Rosneft sigue sacando petroleo. aunke a mas profundidad petroleo mas caro y en eso si pueden compararse ambas teorias. En fin, otro dia en lugar de iluminismos mirese al espejo.'

La teoría abiótica, sobre la formación de petróleo, presupone, en efecto, que el petróleo no tiene origen fósil sino que se crea continuamente en el manto terrestre, por debajo de la corteza, a partir de materia inorgánica. Los partidarios de esta teoría, por llamarla de alguna manera, sostienen también, como lógica consecuencia, que la cuestión del Peak Oil es irrelevante puesto que el petróleo no es un recurso finito y los yacimientos actuales se rellenarían solos una vez vacíos. Hay dos versiones de esta teoría, la débil, según la cual el petróleo se formaría muy despacio, prácticamente a la misma velocidad que la atribuida al de  origen fósil y la fuerte, que pretende que se formaría a una velocidad hasta 10000 veces superior. La fuerte es directamente falsa, hay documentación  e información de sobra sobre el tema que no cabe reproducir aquí, y por tanto irrelevante, y la débil es irrelevante, aún en el muy improbable supuesto de que tenga algún fundamento. 


El suministro de petróleo está controlado por acontecimientos, de un pasado geológico remoto, que son inmunes a la política. Colin Campbell ASPO founder.