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El IBEX35 de septiembre 2010 a septiembre 2011 |
Lo que más me gusta, es un decir, de todo este carajal que
se está montando y que más pronto o más tarde acabará por complicarnos mucho la
vida, es el espectáculo que están dando, al alimón, gobiernos, mercados y
periodistas. Las gentes del común también opinan, en las barras de los bares
y otros mentideros y con parecida presciencia, pero al menos de lo que dicen, decimos, no queda mucho rastro ni tiene consecuencias mientras que lo que dicen o hacen aquellos trasciende, influye en lo que ocurre y queda para la posteridad y para su desgracia en las hemerotecas. La canciller federal alemana ha declarado que
ella no es partidaria de eurobonos u otras formas de disfrazar la colocación
masiva de dinero de
sus contribuyentes para seguir tapando las consecuencias de la mala gestión de otros e intentar retrasar lo que cada vez parece más inevitable, supongo que porque ya se ha dado cuenta de que eso no sirve para
nada y además le quita votos en Alemania, que es lo que a ella le preocupa.
Dice que es más bien partidaria de una política de gestos que es, por cierto,
lo que más parecen agradecer los inversores -¿quién coño son estos tipos?- que
ayer metieron un poco de dinero en la bolsa y cortaron la sangría de los dos
días anteriores sólo a cuenta de unas vagas e imprecisas declaraciones de
Barroso a propósito de los famosos bonos. Bueno, pues el gesto que ayer
improvisaron Merkel, Sarkozy y Papandreu fue uno de los más ridículos con que nos han obsequiado en los últimos tiempos y han sido
bastantes. Una videoconferencia entre los tres en la que los dos primeros
pusieron al griego como chupa de dómine y le conminaron a seguir aplicando
recortes y este último bajó la cabeza y prometió que sería bueno. La prensa,
salvo la deportiva y la dedicada al chismorreo, que es ahora mismo la más seria y creíble, ha jaleado la iniciativa con las tonterías de rigor y ya sólo queda esperar a ver como se lo toman hoy los mercados que subirán, supongo, para volver a bajar cuando les dé la gana. Pero no son sólo estos, claro.
Zapatero y Rajoy modificando la constitución española, Obama, lee bien pero poco más el chico este, suplicando,
literalmente, a un Congreso republicano que le permita reproducir el New Deal
de Roosevelt o Lagarde filtrando que el FMI tiene 400.000 millones preparados
para un eventual rescate de España son tres ejemplos más de los muchos que
estos días se están dando de cómo gobernar, a base de ir capeando el temporal
con gestos vacíos, en un mundo de fantasía dónde da igual 4 que 4e11. ¿De dónde
sale todo ese dinero de los rescates, bail-outs o quantitative easings? ¿de dónde saldrá, en su momento, el de los eurobonos o como quieran llamar a lo que sea que se inventen para seguir haciendo lo mismo que hasta ahora?

De ninguna parte. No existe. Son meros apuntes contables en un terminal de
computador, dinero bancario creado con la esperanza de destruirlo cuando los
rescatados paguen la deuda. O sea nunca.
Si tiene algo que comprar, papel higiénico,
por ejemplo, cómprelo ahora
Puede que luego tenga que utilizar en el baño los
billetes de banco.