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viernes, 12 de abril de 2024

Diálogos para besugos VI.


-           Buenos días.
-           Buenos días. ¿En qué podemos ayudarles?
-           Estábamos pensando invertir en un pequeño negocio
-           Estupenda idea. Les felicito. España necesita emprendedores.
-           Tenemos un pequeño problema. No tenemos dinero.
-           Es un problema, desde luego. Pero no es pequeño.
-           Nos han dicho que aquí nos lo resolverían.
-           Algún gracioso. Pero lo habrá hecho sin mala intención. No se lo tengan en cuenta.
-           En fin, que ustedes podrían anotar en nuestra cuenta, en el haber, claro, la cantidad que necesitamos.
-           Vaya, qué idea tan fantástica…  Y ¿por qué íbamos a hacer semejante cosa?
-           Bueno, eso es lo que hacen habitualmente ¿no?
-           No es tan sencillo. El negocio bancario…
-           El negocio bancario consiste, si no estamos mal informados, en crear dinero de la nada y prestarlo con un interés, que no me atrevo a calificar de abusivo. Un negocio con poco riesgo y considerables beneficios.
-           Es una aproximación un tanto superficial a lo que realmente hacemos, pero, en todo caso sería legal y no es asunto suyo. Y, vamos a ver. ¿Ustedes han venido aquí a pedir un préstamo?
-           Desde luego que no. A nosotros no va a hacernos creer que nos presta los ahorros de alguna ancianita. Sólo queremos que pulse unas pocas teclas en su terminal y abone en nuestra cuenta la cantidad que necesitamos.
-           Y, naturalmente, no piensan ustedes pagar intereses ni devolver el dinero.
-           Claro que no. No vamos a devolver dinero real a cambio de dinero inventado.
-           No sé qué quieren decir con eso de dinero inventado. Si llegáramos a hacer, bajo ciertos supuestos que no parece que se den, lo que piden, el dinero que acreditaríamos en su cuenta no saldría de la de ningún otro cliente, eso es cierto, pero desde el momento en el que ustedes podrían disponer de él para hacer pagos, o para que nosotros los hiciéramos en su nombre, sería un dinero tan real como los billetes emitidos por el Banco Central Europeo.
-           Es posible. Depende de lo que se entienda por dinero. Pero entonces resulta que están ustedes, una entidad privada, creando dinero de la nada. Si nosotros hiciéramos eso no tardaríamos en tener a la policía aporreando la puerta de casa.
-           Sí, por eso no les aconsejo que lo hagan. Pero, en fin, así son las cosas. Además, la existencia de una determinada cantidad de dinero es imprescindible para que la economía funcione y sólo una pequeña parte son billetes o monedas, creados por las autoridades monetarias. Inyectar dinero bancario en la economía es una de las tareas más importantes de los bancos comerciales. Y desde luego es legal y está muy estrictamente regulada.
-           Pero no se limitan a inventar dinero y prestarlo con un interés. También deciden, al margen del parlamento, qué proyectos se van a financiar y cuáles se van a descartar.
-           No crea todo lo que le cuentan. Pero mire, en parte tiene razón. Por ejemplo, casi hemos decidido ya que no financiaremos su proyecto.


Enviado a ECA 12/4/2024

domingo, 21 de mayo de 2023

¡Qué viene la Inteligencia Artificial!

La inteligencia artificial les parece ahora a algunos, Musk, Harare, Wozniak y alguno de sus impulsores, entre otros, un peligro. Esta mañana he leído en un periódico digital que ‘Cientos de expertos piden parar la “peligrosa carrera” de la inteligencia artificial hasta alcanzar un pacto global’. No sé muy bien que es lo que les preocupa, si lo de artificial o lo de inteligencia. En todo caso y como con tantas otras cosas, alguna citaré más abajo, me parece una idiotez. De momento la inteligencia artificial es una creación humana, de la inteligencia humana, que, como otras innovaciones aportadas por la tecnología, como el ferrocarril, el teléfono o la computación, se nos puede ir de las manos, desde luego, pero difícilmente puede ser detenida ni dejada de lado en esta fase de su desarrollo. Por otra parte, el hecho de que algunas aplicaciones como los Chats, sorprendentes, pero seguramente menores, se hayan abierto al público en general, aunque sea con el propósito de hacer negocio y de que contribuyamos a entrenar los sistemas en que se basan, me parece una loable iniciativa y también una forma de diluir el peligro que esta tecnología pueda suponer si queda oculta y en unas pocas manos. Es verdad que puede tener, y por tanto tendrá, efectos colaterales que presumimos negativos sobre el empleo, los métodos de evaluación del aprendizaje, la capacidad de razonamiento de las nuevas generaciones, etc., pero todo esto ya estaba amenazado por la tecnología preexistente y por motores de búsqueda como Google y otros más especializados. Que algunas personas, con mucho que decir en tecnología, se dejen llevar ahora por el pánico, un pánico más aparente que real, me parece a mí, y pidan ‘parar’ la inteligencia artificial, lo que en términos reales sólo quiere decir restringir su acceso al público en general, me parece, esto sí, un peligroso despropósito.

jueves, 28 de julio de 2022

Diálogos para besugos V

- Hola.
- Hola, me alegro de verle.
- Bueno, yo estaba alegre cuando lo he visto.
- Estupendo. Pues ya estamos los dos alegres.
- No, yo no. He dicho que estaba alegre cuando lo he visto. Ahora ya no lo estoy.
- Caramba. ¿Quiere decir que verme a mí le ha quitado la alegría?
- Pues sí, exactamente así ha sido.
- Bueno, si usted lo dice. En todo caso eso tiene fácil solución. No parece que llevemos el mismo camino así que dejaremos de vernos en un momento.
- Sí. Lo estoy deseando.
- Pues nada, adiós.
- Ya que me ha quitado la alegría podría, al menos, disculparse.
- ¿Usted cree? No hay problema, me disculpo.
- Así, ¿sin más? ¿le parece suficiente?
- Me ha pedido una disculpa y, aunque no acabo de ver por qué, me disculpo. Debería, efectivamente, ser suficiente.
- Extraordinario. Le ha quitado a un hombre la alegría y no ve por qué tendría que disculparse. Me está pareciendo usted bastante canalla, la verdad.
- ¿Canalla? Creo que ahora es usted el que tendría que disculparse. Yo no le he insultado a usted.
- Ni yo a usted tampoco. Llamarle canalla es sólo una definición, no un insulto.
- Bueno, ya está bien. No voy a disculparme ni a seguir hablando con usted. Qué tenga un buen día y... Oiga… ¿Qué hace con esa pistola? ¿Por qué me apunta? ¡Socorro, policía!
- …
- Se encuentra uno con todo tipo de gente en estos lugares. Bueno, por lo menos ese canalla ya no le quitará la alegría a nadie más.


domingo, 24 de octubre de 2021

Otoño (ahora sí)

En la portada de un periódico nacional, generalmente alineado en contra de la política del actual gobierno, aparecía esta mañana, resumido, un barómetro con la posición de los entrevistados sobre cuestiones clave de la actualidad. Parece ser que los españoles están a favor de la extradición de Puigdemont, bastante disgustados con el aumento del precio de la energía eléctrica, eufemísticamente conocida como ‘la luz’, preocupados por la aparente deriva comunista del gobierno y por la situación política y económica que consideran malas sin paliativos. Por otra parte, parece ser que una mayoría bastante significativa, el 81%, está en contra de eliminar las mascarillas en los interiores y eventualmente dispuesta a asumir nuevas restricciones si el número de contagiados, es decir, de PCR’s realizados, volviera a aumentar. A mí este gobierno, la verdad, no me entusiasma demasiado y las protestas socialdemócratas del presidente en una especie de simposio de cargos de su partido que ha habido este fin de semana, me parecen, aun suponiendo que la socialdemocracia fuera todavía un valor en alza, poco más que un brindis al Sol. Su permanencia en el poder, objetivo final de este y de casi cualquier gobierno, parece depender en este caso de su capacidad para contemporizar con sus aliados asumiendo algunas de sus propuestas más descabelladas y a los que, por supuesto, la ruptura les interesa muy poco, de mantener contentos sin darles lo que no puede darles, a los pseudo independentistas de ERC y a los de Bildu, que dicen, ahora, que lo que pasó hubiera sido mejor que no pasara y por supuesto, de mantener tranquilos a sus propios barones cuya reelección puede depender de que el gobierno central no se exceda en sus concesiones a vascos y catalanes. En fin, un carajal del demonio en el que no resulta fácil saber dónde está cada uno, pero en el que nuestro presidente se mueve como pez en el agua. Mientras tanto los problemillas habituales siguen donde estaban o empeorando poco a poco, y no me refiero, o no sólo, a la artrosis de mi tobillo que de momento es mi mayor problema, sino al encarecimiento y escasez de materias primas, al negro, por muchas razones, futuro de la energía, al anormal comportamiento del clima que ya provoca sequías en el norte de Europa y destruye el permafrost siberiano, a la falta de profesionales cualificados en muchos campos de la actividad económica, al deterioro casi imparable de la sanidad pública, a la inflación todavía no galopante pero ya veremos y al insoportable aumento de la pobreza, por citar sólo algunos de los más evidentes. Pero bueno, igual no es para tanto porque el presidente, en la televisión, parecía muy contento y nadie, en su sano juicio, estaría contento con este panorama. Publicado en ECA el 22 de octubre de 2022

lunes, 2 de febrero de 2015

Diálogos para besugos III

- Buenas tardes
- Muy buenas
- ¿Qué le parece nuestro partido?
- El nombre me parece una traducción pasable del Yes, we can de Obama,  pero la letra y la música me parecen un poco estridentes. Será cosa de la juventud. ¿Y a usted?
- A mí me parece que ya era hora.
- Ya era hora ¿de qué?
- De que viniera alguien a poner orden.
- Ah, ¿vienen ustedes a poner orden? Creí que iban a presentarse a las elecciones.
- Desde luego que vamos a presentarnos a las elecciones. Después podremos orden.
- ¿Después de las elecciones?
- Después de ganar las elecciones.
- Pero el orden ¿no lo ponían los del PP? Yo creía que ustedes traían libertad y aire fresco. 
- ¿Los del PP? ¿Orden? ¿Está de broma? ¿No ha oído hablar de la trama Gurtel? ¿La púnica? ¿Bankia? ¿Los ERES? Bueno, los ERES son otros, pero es igual.
- Ah, bueno. Quiere decir que van a acabar con la corrupción.
- Desde luego.... También eso.
- Y después de acabar con la corrupción y con lo que sea que vayan a acabar ¿traerán libertad y aire fresco? 
- Que sí, claro. Se acabó la izquierda y la derecha que es cosa antigua y de trileros. ¿Le parece poca libertad?  Y vamos a por la casta. Su odio nuestra sonrisa. Renovación y aire fresco.
- Ah, ya. La casta. Los políticos, quiere usted decir.
- Claro. PP, PSOE, IU, bueno, una parte de IU y todos los demás son casta. Pero no sólo ellos. Los banqueros también, salvo Patricia. Y algunos empresarios. En fin, los de arriba, que han estado viviendo a costa de los de abajo.
- Ya. Y ustedes aspiran a sustituirlos. ¿Se quedarán abajo o subirán arriba?
- Nadie estará abajo. Ni arriba. Nadie explotará a nadie. Cada uno trabajará de lo que sepa y recibirá lo que necesite.
- Bueno, eso no es lo que dicen pero me suena. Es curioso pero casi todo lo que dicen ustedes me suena mucho. Y no es que me parezca mal, pero habrá que ver, en la práctica, quién es el que decide lo que cada uno sabe y necesita. De momento parecen haber suavizado bastante sus ideas sobre la renta básica, el rechazo de la deuda, la revisión de la monarquía, etc. A ver cuando hacen un programa más concreto. Y más estable.
- Usted parece un poco fascista. No sé si eso le parece bastante concreto.
- Bastante. Gracias.
- De nada. Ah, y no se preocupe. Todos los votos son bienvenidos. El suyo también.

domingo, 20 de julio de 2014

Hace calor, pero no mucho y mientras tanto...

   el PSOE ha elegido como secretario general a un diputado del congreso, prácticamente desconocido hasta hace unos meses, joven, de buena presencia y capaz de tomar medidas de impacto nada más empezar. ¿Zapatero?. No, Sánchez. Pablo Iglesias sigue en la cresta de la ola gracias, en parte, a la atención que le prestan los voceros del PSOE y sobre todo, los del PP que reparten sus intervenciones entre las invectivas a Podemos y la descripción entusiasta de las mar...avillas de la economía española, cantadas, según Montoro, por todo el asombrado mundo que nos contempla. En fin, las tonterías de siempre. La realidad va por su lado y la política española y parte de la europea, por el suyo. Cuando converjan, si es que lo hacen, será, por supuesto, por el lado de la realidad y ya veremos entonces lo que queda de tanta insensatez y las consecuencias de estar gobernados por incompetentes o majaderos que defienden, únicamente, sus propios intereses. Democráticamente elegidos, eso sí.

domingo, 8 de junio de 2014

Diálogos para besugos II


- Buenos días. ¿Es aquí donde se vota al PP?
- No, señor.
- ¿Y al PSOE?
- ¿Va a votar al PSOE?
- Desde luego que no. ¿Por quién me ha tomado?
- Pues para votar al PP tiene que ir a aquella mesa de allí.
- ¿Al PP? Ni loco.
- Pero ¿No ha preguntado si aquí se votaba al PP o al PSOE?
- Si. Quería comprobar si aún había alguien que les votaba.
- Eso a usted no le importa. Si no va a votar, aquí no se le ha perdido nada. Váyase.
- No tengo que decirle a usted si voy a votar o no. Quizá vote. ¿A quién se puede votar en esta mesa?
- A nadie. En esta mesa no se vota.
- Pues  yo quiero votar. Quizá vote a nadie.
- Pues eso ya está hecho. Puede irse.
- ¿Eso es todo? ¿No tengo que poner mi voto en la urna?
- ¿Para qué?
- ¿Cómo que para qué? Tengo derecho a votar a nadie si quiero. Y quiero que se cuente mi voto cuando se abra la urna.
- Si es por eso no se preocupe. No vamos a abrir esta urna.
- ¿No? ¿Y por qué la han puesto ahí?
- Bueno, la urna está puesta, pero ya ve que no tiene ranura para introducir las papeletas. Además tampoco hay papeletas.
- Yo traigo mi papeleta de casa. Y quiero echarla en la urna. Haga el favor de abrirla.
- ¿Abrir la urna antes de que finalice la votación? ¿Está usted loco? Eso es imposible. Es un delito.
- Bueno, pues esperaré a que finalice la votación y entonces le daré mi voto.
- De ninguna manera. Una vez finalizada la votación, nadie puede votar.
- Entonces todo está en orden. Yo soy nadie.
- ¿Nadie? ¿Y va a votarse a usted mismo? ¿No le da vergüenza?
- Quizá me vote. Y puede que no. No tengo por qué darle explicaciones a usted. Ni a nadie.


miércoles, 30 de abril de 2014

Somos los primeros

...Termino resumiendo la posición de nuestro país en pocas cifras. España ha situado otra vez tres entre los 8 primeros del mundo. Podemos presumir de tener 7  entre los 50, y 10 entre la élite de los 100 grandes.
Ni Francia, ni Italia, ni los países nórdicos, ni Japón, ni Estados Unidos, ningún otro país puede presentar un balance semejante. Como decía ayer en twitter, nos sobran motivos para sentirnos orgullosos. José C. Capel en El Pais.

¿Centros de investigación en la lucha contra el cáncer? No. ¿Universidades? Tampoco. Creo que no tenemos ninguna entre las 200 primeras. Nuestro esforzado corresponsal, que dice no entender muy bien como se ha elaborado una lista que ha apeado del primer puesto a un restaurante catalán para dárselo a uno danés, habla de cocineros, de cocineros y de restaurantes. Supongo que este será uno de los indicadores que maneja el Sr. Guindos para anunciar, con más voluntad que gracia, la inminente recuperación de los índices de crecimiento. Es obvio que cualquier anuncio de este gobierno, sobre todo si tiene que ver con cuestiones económicas, pongan o no por medio a Santa Teresa o a la virgen del Rocío, hay que tomarlo a beneficio de inventario pero, además y en el caso particular del Sr Guindos, uno no puede menos que preguntarse cómo se llega de responsable en Europa de Lehman Brothers, una de las empresas americanas que llenaron, deliberadamente, los mercados financieros de basura y estuvieron a punto de hundir completamente la economía a mediados de 2008,  a ministro del gobierno de España, invirtiendo el funcionamiento de la puerta giratoria que solía llevar ministros complacientes a las empresas a las que habían complacido. La formación y la experiencia previa del Sr. Guindos parecen tener que ver, sobre todo, con una economía que podríamos llamar de casino, en la que el dinero ficticio es la única mercancía que se intercambia y probablemente, lo ignora todo sobre la economía real y su funcionamiento. Para gentes que juegan con dinero generado en terminales de computador las disquisiciones sobre la distribución de recursos escasos carecen de significado real y el éxito o el fracaso de una política económica se mide exclusivamente en términos de capacidad de endeudamiento a precios razonables. Y para asegurar eso basta con unos pocos trucos de trilero en las cuentas públicas y el pequeño detalle de asegurar a los tenedores de deuda, mediante una enmienda constitucional, iniciativa del Sr. Zapatero secundada con entusiasmo por el Sr. Rajoy,  que el pago de la misma está, en España, por encima de cualquier otro compromiso que pueda tener el estado, sanidad y educación, por supuesto, incluidas.

Por lo demás, aquí, en Aragón uno de los imputados por presunta corrupción y apropiación indebida en el vidrioso asunto de Plaza, al que la puerta giratoria llevó a convertirse en alto cargo de telefónica, va a impartir un curso a líderes latinoamericanos sobre... corrupción, transparencia e intereses en conflicto. Hay quién se ha escandalizado, pero siempre se ha dicho que para dar clase de algo hay que ser especialista... aunque sea presunto. Si aquí, que hemos sido autodidactas, hemos llegado donde hemos llegado, qué no cabe esperar de esos países donde sus líderes recurren desde el principio a las mismas fuentes de la sabiduría.

martes, 4 de marzo de 2014

El gobierno anuncia, otra vez, la inminente recuperación de la economía.

Cuando los ministros del gobierno, o su presidente, hablan, y la verdad es que últimamente no callan, de recuperación o de salida de la crisis hay dos posibilidades. La primera es que lo que dicen no tenga el menor fundamento, cosa que, aún siendo preocupante, no lo es demasiado. No entienden nada del mundo en el que viven y ya que tienen que hablar o hacer algo, dicen y hacen lo primero que se les ocurre, teniendo en cuenta, si los tienen, el número de factores que pueden manejar a la vez, generalmente uno, de los muchos concurrentes y siempre que crean que que lo que dicen les va a dar votos o responde a los intereses, económicos o ideológicos, que representan, con lo que el daño que pueden causar está limitado, ya que, en principio, tratarán de no enajenarse, a la vez, la voluntad de demasiada gente y siempre cabe la posibilidad de que, alguna vez, acierten por casualidad. Además, no hay en esto nada nuevo ni nada que no fuera a hacer cualquiera de los que ahora están en la oposición. La segunda es que, a pesar de la abrumadora evidencia en contra, se crean lo que están diciendo, es decir, que gracias a sus 'reformas' o a la intercesión de Santa Teresa o de una cualquiera de las innumerables vírgenes que veneran y condecoran, la crisis ha quedado resuelta, las fuentes volverán a manar leche y miel y todos seremos en poco tiempo, al menos, tan felices como antes de que los sociatas nos arruinaran. Esta posibilidad es, ciertamente, mucho más preocupante. Con gente así cabe esperar cualquier cosa.

jueves, 11 de octubre de 2012

Politica de circo o el circo de la política.

La diferencia entre una genuina representación teatral y el circo, este, es que aquí el escenario ocupa todo el patio de butacas y uno acaba participando en la representación, normalmente como apaleado figurante y después de haber pagado la entrada, le guste o no. Como en todos los circos, al menos los de antes, aquí también cuentan, una y otra vez, los mismos chistes con más o menos gracia. Wert, por ejemplo, no tiene gracia a pesar de su aspecto de comediante. Rubalcaba tampoco,  Rajoy, Guindos y Montoro no son nada del otro mundo como payasos, pero el chiste de la senda del crecimiento, que según ellos retomaremos al año que viene, es bastante bueno aunque no sea original. Zapatero y Salgado ya lo contaron en 2008, 2009, 2010 y 2011.

Publicado en Facebook

lunes, 21 de mayo de 2012

Diálogos para besugos (I)


- La fiscalía general del estado ha desestimado la demanda de un consejero del poder judicial contra su presidente.
- ¿Y?
- Pues que es una vergüenza.
- ¿Una vergüenza? ¿El qué?
- Los viajes de fin de semana de este hombre, con cargo al presupuesto.
- ¿Eso? ¿Y comparado con qué, es una vergüenza, si puede saberse?
- Pues con…
- ¿Con los viajecitos del Rey? ¿Con las vacaciones del Presidente del Gobierno en Doñana? ¿Con los viajes de políticos y paniaguados, incluidos los miembros del CGPJ, con sus familias a medio mundo sin ninguna razón de peso que lo justifique? ¿Con los privilegios de diputados,  senadores y parlamentarios autonómicos? ¿Con la utilización, por autoridades de toda laya, de los coches oficiales para fines particulares o de partido? ¿Con el nombramiento, como asesores de cualquier cosa, de legos en la materia o de completos imbéciles? 
- Yo me pago mis vacaciones. Comparado conmigo.
- Vaya comparación. Tú no tienes más remedio que pagártelas. Habría que ver lo que harías si pudieras endosárselas a cualquier chiringuito público. El presidente del Consejo General del Poder Judicial, la cuarta o quinta autoridad del Estado, no puede compararse con un pringado que necesita el salario de un mes para pasar dos días en un hotel de lujo de Marbella.
- Alguna vez habrá que empezar a poner orden en este país. Ese hombre ha cometido un delito…
- Sólo si lo dice el fiscal. Y después tendrían que ratificarlo sus colegas en el Tribunal Supremo. Y el fiscal no va a abrir la caja de los truenos por 8000€ en un país donde se rescata a los bancos con miles de millones de dinero público y se premia la ineptitud en la gestión con despidos de un millón o dos. Además, habría que saber que ocultas y seguramente espurias razones hay detrás de la denuncia de un consejero que ni siquiera se había tomado la molestia de informar a sus compañeros.
- Lo que ha conseguido el fiscal es que la gente se lo piense dos veces antes de denunciar estas cosas. A partir de ahora la impunidad será aún más clamorosa.
- Justamente. También de eso se trata.
- Y puede que acabemos todos convencidos de que la vía judicial no es la mejor forma de solucionar estas cosas.

sábado, 14 de abril de 2012

Charlando con Rubén


Llevo casi un mes sin escribir aquí y así hubiera seguido por algún tiempo, sino me hubiera llamado mi amigo Rubén con el que, por cierto, nos hemos visto las caras por primera vez gracias a Skype. Ha entrado, me ha dicho, varias veces para ver si tenía algo que decir sobre el contencioso, él ha utilizado una de esas palabras argentinas, tan descriptivas, que ahora mismo no recuerdo, a propósito del petróleo argentino que, según él, está indebidamente en manos españolas. Bueno, la verdad es que, ahora mismo, no tengo una opinión formada sobre ese asunto ni tampoco mucho que decir sobre el resto de los acontecimientos que conforman esta delirante actualidad. Acontecimientos que, en mi opinión, no hacen sino confirmar que la vuelta al statu quo ante crisis, el bau –business as usual- o a la senda del crecimiento son una utopía y el persistente e iluminado optimismo del gobierno anterior y el algo más matizado del actual sólo oculta, o lo pretende, su desconcierto, el del gobierno, ante lo que está pasando y acaso su resistencia a reconocer que no estamos ya ante una crisis, sino más bien ante un cambio de modelo. A pesar de eso hemos tenido una interesante conversación, y no sólo por los 10374 km que, más o menos, separan su casa en Buenos Aires de la mía en Barbastro y por el acento argentino de Rubén, muy distinto de los ladridos con los que, según él, hablamos los españoles. El caso es que Rubén, que tiene una pésima opinión de los peronistas y en particular de la Señora Kirchner, a pesar de que, en toda la conversación no le ha apeado el tratamiento, cree que, en esta ocasión, están haciendo exactamente lo que hay que hacer aunque está convencido de que no acabarán de hacerlo y se achantarán antes. Yo estoy de acuerdo con él -actualización del 17: Ambos estábamos equivocados. El gobierno argentino acaba de expropiar Repsol y ha ordenado la intervención inmediata- Mi opinión sobre los gobiernos argentinos, desde Perón hasta ahora mismo y estén formados por justicialistas –peronistas- radicales o militares fascistas es mucho peor que la tengo de los gobiernos españoles. Los numeritos de la Sra. Kirchner, que en las últimas horas ha fingido no tener nada que ver con las veleidades expropiatorias de su gobierno, estarán más dirigidos a la galería o a atender las demandas de amigos y correligionarios que a calmar las preocupaciones, probablemente inexistentes, de su gobierno por la cuestión energética. Pero dicho esto, no me cabe duda, y ahí hemos convenido con Rubén, de que resulta legítimo o al menos comprensible, desde un punto de vista teórico, que los argentinos intenten recuperar el control de su producción petrolífera y asegurarse, en estos tiempos de incertidumbre y ante la cada vez más evidente amenaza del Peak Oil, el suministro de combustible. En cuanto a las pomposas y belicistas declaraciones de los ministros españoles –cualquier ataque a Repsol será considerado un ataque a España-, plagiando el discurso de Kennedy durante la crisis de los misiles, parecen una oportuna cortina de humo para sacar de los titulares las noticias acerca del desastre en el que, a pesar de las medidas de Rajoy y de su acatamiento a las sugerencias de Bruselas, se está sumiendo un país que por el momento carece, y de forma ostensible, de cualquier proyecto viable de futuro que no pase por la construcción y el turismo. No estaría de más ir pensando en algo a lo que nos podamos dedicar en el futuro aunque, de momento, Aguirre y Mas ya están compitiendo por una ciudad del juego al margen de la Ley al estilo de Gran Scala.

viernes, 10 de febrero de 2012

Cosas que pasan

Menuda sorpresa. Gran Scala era un timo. Bueno, sorpresa para quien quiera sorprenderse porque yo ya lo dije aquí, aquí, aquí, aquí, aquí y en algún artículo de prensa que no conservo. Como el asunto siempre ha tenido el mismo aspecto, un engañabobos, lo extraordinario hubiera sido que, finalmente, hubiera devenido algo serio, si es que puede haber algo de seriedad en proyectar un engendro como el que presentaron, muy mal, por cierto, tres o cuatro tipos con aspecto de trileros, a costa del gobierno de Aragón y en su sede hace ya casi cinco años. Inexplicablemente, o quizá no tanto, los engañados han sido políticos de casi todo el espectro político aragonés. Se opusieron IU y los de la Chunta, pero habría que ver lo que hubieran hecho en caso de tener alguna responsabilidad de gobierno en el momento en que se planteó el asunto. Claro que esta no es la única historia surrealista que llega a su fin, aparente, en estos días. El procesamiento de Baltasar Garzón por supuesta vulneración del derecho de defensa en el caso de las escuchas de la trama Gurtel, ha acabado en una condena a 11 años de inhabilitación para el desempeño de la función jurisdiccional. Condena que, no por esperada, ha traumatizado menos a todo un colectivo de almas bien pensantes para las que Garzón es ahora un modelo de equidad y buen juicio. Claro que este Garzón, el Garzón que tanto le complicó la vida a Pinochet, es también el que reabrió el sumario de los Gal, nada más abandonar con manifiesta frustración el gobierno de Felipe González, sumario en el que es público y notorio que utilizó procedimientos extraordinarios, jaleados entonces por los mismos que ahora celebran su inhabilitación y con el propósito de encarcelar a algunos de los que ahora se manifiestan a su favor con el argumento, no excesivamente elaborado, de que casos similares han sido resueltos sin afectar a la carrera del juez implicado. No lo sé y la verdad es que tampoco me importa mucho. Lo siento por él, es decir, siento que lo empapelen precisamente por cuestiones relacionadas con la trama Gurtel y la represión franquista, pero este país tiene ahora otros problemas más importantes que el futuro de D. Baltasar, como, por ejemplo, la crisis que, ajena al advenimiento de un gobierno que iba a arreglarlo todo, sigue a lo suyo, destrozando empleo, cerrando empresas y justificando una vuelta de tuerca tras otra al estrangulamiento del estado del bienestar. Y mientras tanto el precio del petróleo crudo, que hace ya tiempo que no baja de los 100$/b, anda ya por los 118 por razones que puede que sean coyunturales, como quieren hacernos creer los que anuncian un día sí y otro también, desde hace cinco años, el inminente retorno al crecimiento, pero lo más probable es que algo tenga que ver el hecho de que la producción está estancada al menos desde el año 2005 y que la mayor parte del consumo sea estructural, es decir, indispensable para el mantenimiento de la estructura básica del sistema e  independiente de una hipotética recesión y no disminuya, o disminuya de manera inapreciable, por muchas industrias que se destruyan, al menos, claro, mientras haya que mantener una economía globalizada que permita alimentar a 7000M de personas y garantizar lo que aún consideramos un razonable nivel de vida para los felices habitantes del primer mundo. 

Versión suavizada por AI:

La reciente confirmación del fracaso del proyecto Gran Scala constituye una ilustración paradigmática de la fragilidad de ciertos discursos desarrollistas sostenidos por actores político-empresariales sin fundamento técnico ni viabilidad real. Desde su presentación pública, dicho proyecto evidenció características propias de una operación especulativa carente de planificación estratégica y transparencia. La implicación institucional del Gobierno de Aragón, al ceder su sede oficial para su presentación, otorgó una legitimidad inicial a una iniciativa que, en condiciones normales de análisis de riesgo, jamás habría sido considerada plausible.

Este tipo de fenómenos responde, en parte, a la lógica del populismo de crecimiento, en el que las administraciones regionales buscan activamente “proyectos-anzuelo” que prometen empleo y dinamización territorial sin garantizar sostenibilidad ni solidez inversora. Resulta significativo que gran parte del arco político aragonés diese su apoyo explícito o tácito al proyecto, con escasas excepciones. La cuestión que se plantea es si estas excepciones habrían mantenido su posición crítica de haber ostentado responsabilidades ejecutivas en ese momento. Se evidencia, así, un patrón estructural de cooptación simbólica del discurso político por parte de promotores privados carentes de solvencia demostrable.

En otro orden de cosas, la reciente inhabilitación del juez Baltasar Garzón por la causa relacionada con la vulneración del derecho de defensa en el caso Gürtel ha reabierto un intenso debate jurídico y político. La sentencia del Tribunal Supremo, que establece una sanción de once años de inhabilitación, ha generado un impacto notable, particularmente entre aquellos sectores que identifican a Garzón con una figura emblemática en la lucha contra la impunidad y la corrupción política. Sin embargo, resulta necesario recordar que el magistrado ha protagonizado, a lo largo de su carrera, actuaciones polémicas, como la reapertura del sumario sobre el caso GAL, en las que recurrió a prácticas legales no convencionales que suscitaron tanto apoyos como críticas desde diferentes posiciones ideológicas.

Este doble estándar en la valoración de su conducta judicial pone de manifiesto una profunda instrumentalización política del derecho, donde la evaluación de los procedimientos depende, más que de su adecuación normativa, de la identidad del imputado o del contexto político. En este sentido, la controversia en torno al caso Garzón refleja las tensiones no resueltas entre independencia judicial, activismo legal y legitimidad democrática.

Más allá de estos episodios concretos, el país enfrenta un desafío sistémico de mayor envergadura: la persistencia de la crisis económica, que continúa deteriorando el tejido productivo, incrementando el desempleo y justificando políticas regresivas en términos de derechos sociales y protección pública. Las expectativas generadas por el cambio de gobierno no han revertido la situación, lo cual sugiere una desconexión entre las propuestas programáticas y la realidad estructural de la economía global.

Un ejemplo ilustrativo de esta disonancia es la evolución del precio del petróleo, que, pese a los reiterados anuncios de recuperación, se mantiene por encima de los 100 dólares por barril y ha alcanzado cotas superiores a los 118. Las explicaciones que atribuyen esta tendencia a factores coyunturales resultan insatisfactorias si se considera que la producción mundial de crudo se encuentra estancada desde aproximadamente 2005. Al mismo tiempo, el consumo energético permanece esencialmente estable, dada su condición estructural: no es reducible sin afectar gravemente a las condiciones básicas de funcionamiento del sistema globalizado.

Este fenómeno plantea interrogantes fundamentales acerca de la sostenibilidad del modelo económico internacional, en la medida en que una parte considerable del consumo energético resulta imprescindible para mantener tanto el abastecimiento de bienes esenciales a una población mundial que supera los 7.000 millones de personas como los estándares de vida predominantes en las economías centrales.


lunes, 16 de enero de 2012

Yo sé, yo sé la manera…


Función exponencial
Los españoles estamos de suerte. Casi todos nuestros políticos pretenden saber como salir, o como sacarnos, del extraordinario carajal en el que estamos metidos. El primero que se manifestó en ese sentido fue el Sr. Rubalcaba, entonces candidato del PSOE  a la presidencia del gobierno y ahora a la secretaría general de su partido, y de momento también el mío,  que, en campaña electoral, dijo que sabía exactamente lo que había que hacer para salir de la crisis, afirmación que fue recibida con cierto escepticismo, no del todo injustificado,  por venir de un hombre cuyo partido llevaba más de siete años al frente del gobierno en el que, él mismo, había tenido, hasta fecha muy reciente, responsabilidades de primer nivel. En todo caso y dado que perdió las elecciones y, por tanto, la posibilidad de poner en práctica sus recién adquiridas habilidades, no queda más remedio que concederle el beneficio de la duda, algo a lo que no puede acogerse, o no por mucho tiempo, el actual Presidente del gobierno que también presume de saber lo que hay que hacer, en este caso para mejorar la reputación de España. El hecho de que, poco antes, una agencia norteamericana hubiera puesto en cuestión dicha reputación mediante el expeditivo procedimiento de rebajar, en un par de puntos, la calificación de la deuda pública española ha sido atribuido, faltaría más, a la gestión del gobierno anterior, a la tradicional conjura exterior, yanqui, en este caso, y al hecho de que aún no dispongamos de una agencia propia que califique al dictado, tal como se ha apresurado a reivindicar la Sra. Chacón, también candidata a la secretaría general del PSOE, aunque esa misma intromisión hubiera sido recibida con singular alborozo, al menos por el gobierno, si a la agencia le hubiera dado por lo contrario, es decir, por elevar la calificación de la deuda en lugar de rebajarla. La realidad, sin embargo, nada tiene que ver con las calificaciones de esa u otra agencia ni, mucho menos, con lo que Rubalcaba, Rajoy, Chacón o cualquier otro sepan, o crean saber, que no son más que tonterías útiles, acaso,  para consumo interno de amigos y correligionarios y para llenar titulares de prensa. De lo que se trata es de que el sistema lleva ya tiempo presionando contra sus límites naturales y de que todo el mundo, agencias de calificación incluidas, está decidido a ignorarlo mientras sea posible. El error que ha cometido S&P y en el que, reiteradamente, caen todas las agencias de calificación, no es el de minusvalorar la calidad de la deuda pública de tal o cual banco, país o región, sino, como ya les ocurrió en el caso paradigmático de Lehman Brothers, a la que bajaron sólo un punto un mes antes de que se hundiera, el de no reconocer, o no poner negro sobre blanco,  algo que es matemáticamente evidente y es que la deuda ha rebasado hace tiempo, maravillas del interés compuesto y de su inseparable función exponencial,  los límites tolerables y que nunca podrá ser pagada y que tanto la deuda pública española como todas las demás deberían ser calificadas, por utilizar su mismo lenguaje, como bonos basura que es lo que, a medio plazo, serán todas ellas. Pero, claro, esas agencias están ahí para apuntalar el statu quo, no para destruirlo. En realidad todos sus movimientos tienen fines políticos o son utilizados políticamente. Por ejemplo, para subir el techo de gasto en los Estados Unidos o para aplicar, aquí, medidas cada vez más drásticas. Menos cuentos, por favor.

¿Era necesario decir algo tan obvio?


sábado, 10 de diciembre de 2011

Brufau en la Conferencia Mundial
del Petróleo en Qatar
Dice Brufau, presidente de la petrolera española Repsol, que el debate sobre el Peak Oil ha perdido mucha actualidad en los últimos tres años gracias a lo mucho que aún puede extraerse de las aguas profundas y ultra profundas, los recursos no convencionales, y las zonas árticas y otras maravillas que, según él, permitirán sostener el business as usual todo el tiempo que sea necesario, aunque, claro, siempre que se cuente con la estabilidad regulatoria y geopolítica que permita que tengan lugar los ingentes flujos de inversión necesarios. Aunque todo el discurso, incluidas las llamadas a la sostenibilidad y la igualdad en el acceso a la energía, es perfectamente prescindible, incluso para el  colectivo directamente interesado en el negocio de la extracción de hidrocarburos, mayoritariamente representado en el auditorio donde lo pronunció, su contenido tiene cierto interés porque viene a reconocer, aunque sea de manera un tanto alambicada e indirecta, que las cosas no van como antes y que mantener la producción de hidrocarburos en los niveles actuales va a ser una tarea ingente y sujeta a todo tipo de condicionantes e imprevistos. Y eso, desde luego, mantendrá el debate sobre el Peak Oil en plena actualidad, tanto si le parece bien como si no, aunque la crisis, los intereses en conflicto, la desinformación y la incompetencia de los políticos lo hayan dejado, por ahora, en un segundo plano.

martes, 1 de noviembre de 2011

Arriba y abajo


Lo más característico de lo que está pasando en Europa y en el mundo con el dinero y con la energía, las dos únicas cosas que realmente importan a corto plazo, por su capacidad para modificar drásticamente la evolución de los acontecimientos, es la falta total de planificación. Se responde a los acontecimientos a medida que se van produciendo y nuevas propuestas se improvisan para responder al fracaso de las anteriores. Que la bolsa suba o baje no tiene más importancia que, o tiene tanta importancia como, las bajadas y subidas del petróleo que parecen acompañarla, aunque con un tempo más moderado y menos margen de variación, como corresponde a un recurso cada vez más escaso. Todos estos movimientos responden únicamente a la acuciante necesidad de los llamados inversores, o de los gestores de fondos de inversión por cuenta ajena, de sacar un rendimiento lo más rápido y lo más alto posible a su dinero o al que gestionan. Esto, los beneficios de los jugadores, es lo único que cuenta en esta economía de casino que hace tiempo que ha perdido todo contacto con una realidad que, sin embargo, está reclamando con urgencia un poco de atención. Para asegurar esos beneficios y no irritar a los inversores, los llamados líderes europeos, los americanos van a lo suyo y hacen bien, de cuando en cuando ponen sobre la mesa cantidades cada vez más absurdas, destinadas aparentemente a garantizar el pago de la deuda pública y los beneficios de la banca. Y para asegurar los beneficios de gentes cuyos ingresos anuales equivalen a miles de veces los de un trabajador ordinario, imponen a los nacionales de los países con menos capacidad de reacción rebajas salariales, reducción o eliminación de servicios sociales y condiciones laborales cada vez más precarias. Pero lo peor de todo esto es que posiblemente no sirva para nada y que la imposibilidad de resolver con más deuda el problema de la deuda y de sostener un crecimiento exponencial con recursos finitos se llevará por delante un modelo insostenible.


Los dos titulares corresponden al mismo día.

jueves, 15 de septiembre de 2011

El tinglado


El IBEX35 de septiembre 2010 a septiembre 2011
Lo que más me gusta, es un decir, de todo este carajal que se está montando y que más pronto o más tarde acabará por complicarnos mucho la vida, es el espectáculo que están dando, al alimón, gobiernos, mercados y periodistas. Las gentes del común también opinan, en las barras de los bares y otros mentideros y con parecida presciencia, pero al menos de lo que dicen, decimos, no queda mucho rastro ni tiene consecuencias mientras que lo que dicen o hacen aquellos trasciende, influye en lo que ocurre y queda para la posteridad y para su desgracia en las hemerotecas. La  canciller federal alemana ha declarado que ella no es partidaria de eurobonos u otras formas de disfrazar la colocación masiva de dinero de sus contribuyentes para seguir tapando las consecuencias de la mala gestión de otros e intentar retrasar lo que cada vez parece más inevitable, supongo que porque ya se ha dado cuenta de que eso no sirve para nada y además le quita votos en Alemania, que es lo que a ella le preocupa. Dice que es más bien partidaria de una política de gestos que es, por cierto, lo que más parecen agradecer los inversores -¿quién coño son estos tipos?- que ayer metieron un poco de dinero en la bolsa y cortaron la sangría de los dos días anteriores sólo a cuenta de unas vagas e imprecisas declaraciones de Barroso a propósito de los famosos bonos. Bueno, pues el gesto que ayer improvisaron Merkel, Sarkozy y Papandreu fue uno de los más ridículos con que nos han obsequiado en los últimos tiempos y han sido bastantes. Una videoconferencia entre los tres en la que los dos primeros pusieron al griego como chupa de dómine y le conminaron a seguir aplicando recortes y este último bajó la cabeza y prometió que sería bueno. La prensa, salvo la deportiva y la dedicada al chismorreo, que es ahora mismo la más seria y creíble, ha jaleado la iniciativa con las tonterías de rigor y ya sólo queda esperar a ver como se lo toman hoy los mercados que subirán, supongo, para volver a bajar cuando les dé la gana. Pero no son sólo estos, claro. Zapatero y Rajoy modificando la constitución española, Obama, lee bien pero poco más el chico este, suplicando, literalmente, a un  Congreso republicano que le permita reproducir el New Deal de Roosevelt o Lagarde filtrando que el FMI tiene 400.000 millones preparados para un eventual rescate de España son tres ejemplos más de los muchos que estos días se están dando de cómo gobernar, a base de ir capeando el temporal con gestos vacíos, en un mundo de fantasía dónde da igual 4 que 4e11. ¿De dónde sale todo ese dinero de los rescates, bail-outs o quantitative easings? ¿de dónde saldrá, en su momento, el de los eurobonos o como quieran llamar a lo que sea que se inventen para seguir haciendo lo mismo que hasta ahora? De ninguna parte. No existe. Son meros apuntes contables en un terminal de computador, dinero bancario creado con la esperanza de destruirlo cuando los rescatados paguen la deuda. O sea nunca. Si tiene algo que comprar, papel higiénico, por ejemplo, cómprelo ahora Puede que luego tenga que utilizar en el baño los billetes de banco. 




martes, 13 de septiembre de 2011

La TCP... y Gran Scala.


Hoy he comprado el Heraldo porque me han llamado la atención una foto y una noticia de portada, referidas ambas al impulso, cito textualmente, que va a dar el ejecutivo regional a un ‘lobby’ internacional a favor del proyecto de travesía central pirenaica –TCP-, una especie de Guadiana del anterior gobierno que había perdido puntos, hasta el extremo de ser prácticamente descartado en los órganos europeos competentes, en favor del eje mediterráneo. En la foto del acto, que ha tenido lugar en el mismo escenario de la presentación de Gran Scala, se ve a unas cincuenta personas, casi todas de por aquí, así que no sé a qué viene lo de internacional ni, si a eso vamos, lo de lobby, sentados en torno a una mesa y me imagino que con la misma sensación de estar protagonizando un acontecimiento histórico que tuvieron cuando asistieron, aquí van siempre los mismos a estas cosas, a la presentación, en el mismo sitio aunque con un montaje diferente, de lo más grande que había ocurrido en Aragón desde los Reyes Católicos, de la mano del anterior presidente y sobre todo de su vicepresidente y actual presidente de las Cortes. La TCP tiene pocas posibilidades en los tiempos que corren, las mismas que Gran Scala, aunque en este caso ya no depende del tiempo que haga, o sea ninguna, pero eso no tiene la menor importancia, lo importante es que, según el Periódico de Aragón, se van a organizar grandes eventos, en Madrid y en Bruselas además de este que se ha organizado en Zaragoza para abrir boca, con el objeto de recabar apoyos y que esos eventos mantendrán ocupados a políticos, periodistas y paniaguados diversos durante media legislatura. Si al final se consigue alguna declaración de algún responsable en Madrid o en Bruselas que apoye la cosa y que también se hubiera podido obtener sin tanto evento y tanta gaita, por ejemplo llamando por teléfono o escribiendo una carta, pues tanto mejor y si no, aquí no pasa nada. Nunca pasa nada. Y menos por derrochar dinero público a manos llenas en gansadas. Aún recuerdo a un alto cargo de una institución aragonesa que decía que si de todo aquello -la presentación de GS-  no salía nada, como algunos ya íbamos diciendo, ya podía dimitir todo el gobierno.  No ha salido nada y, por supuesto, no ha dimitido nadie. 

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Huelga general.

La huelga ha pasado sin pena ni gloria. Lo que digan los sindicatos no es más que publicidad de los sindicatos y lo que dice el gobierno hace ya algún tiempo que está desconectado de la realidad. Lo único cierto es que, si había alguna cuestión pendiente antes de la huelga, seguirá pendiente después de la huelga.

miércoles, 7 de abril de 2010

Más de lo mismo

Mientras el petróleo crudo se queda, de momento, en el entorno de los 86$/b, después de haber estado esta mañana a 86.66$/b, el Sr. Presidente del actual gobierno de España nos sorprende, es un decir, con nuevas iniciativas para potenciar nuestra economía, crear puestos de trabajo y devolvernos, cuanto antes, a la senda del crecimiento. Son sus palabras, claro, no las mías. En esta ocasión se trata de subvencionar coches eléctricos y de promover obra pública, iniciativas que no son nuevas ni servirán para nada que no sea engordar, más,  las cuentas corrientes de algunos, derrochar millones de euros de dinero público y llevar la deuda a niveles más insoportables, si es que eso es posible o tiene aún alguna importancia. Como ejemplo de lo que digo y relacionado también con el manido y cada vez más insoportable tema de la sostenibilidad, basta citar lo ocurrido con una planta de producción de biodiesel, inaugurada a bombo y platillo en 2007 en la antigua azucarera de Linares (Jaén), citada como referencia europea en el campo de los biocombustibles y subvencionada, faltaría más,  con 24 millones de euros, que lleva cerrada desde diciembre pasado, fecha en la que se acabó la subvención. Esto último, lamentablemente, está dentro de la lógica de las cosas: si quieren seguir produciendo biodiesel, con el único objeto de apuntarse algún tanto en el cuento de la sostenibilidad, que lo subvencionen porque lo que es obvio es que jamás será rentable, compite directamente con la producción de alimentos,seriamente comprometida ya por múltiples razones y que su tasa de retorno, real,  no superará, en el mejor de los casos, el 1:1.

Y en cuanto a los coches eléctricos no queda gran cosa que decir que no se haya dicho. Son un experimento de laboratorio que corre razonablemente bien en pistas de pruebas. Sustituir el parque actual por esos modelos está, definitivamente,  fuera de nuestras posibilidades actuales y previsibles y eso dejando aparte que esa tecnología, como todas las tecnologías y todas las ‘energías’ actuales es totalmente dependiente del petróleo y de los combustibles fósiles sin los cuales no tendríamos ni coches eléctricos ni de hidrógeno, ni tampoco electricidad o hidrógeno que, supongo, será lo siguiente que subvencionarán. Lo de promover nueva obra pública a estas alturas ni siquiera merece comentarios y lo de que no le va a costar nada al Estado hasta 2014, Zapatero dixit,  menos aún.