Hoy he comprado el Heraldo porque me han llamado la
atención una foto y una noticia de portada, referidas ambas al impulso, cito
textualmente, que va a dar el ejecutivo regional a un ‘lobby’ internacional a
favor del proyecto de travesía central pirenaica –TCP-, una especie de Guadiana
del anterior gobierno que había perdido puntos, hasta el extremo de ser
prácticamente descartado en los órganos europeos competentes, en favor del eje
mediterráneo. En la foto del acto, que ha tenido lugar en el mismo escenario de
la presentación de Gran Scala, se ve
a unas cincuenta personas, casi todas de por aquí, así que no sé a
qué viene lo de internacional ni, si
a eso vamos, lo de lobby, sentados en
torno a una mesa y me imagino que con la misma sensación de estar
protagonizando un acontecimiento histórico que tuvieron cuando asistieron, aquí
van siempre los mismos a estas cosas, a la presentación, en el mismo sitio aunque con un montaje diferente, de lo más
grande que había ocurrido en Aragón desde los Reyes Católicos, de la mano del
anterior presidente y sobre todo de su vicepresidente y actual presidente de
las Cortes. La TCP tiene pocas posibilidades en los tiempos que corren, las mismas que Gran Scala, aunque en este caso ya no depende del tiempo que haga, o sea
ninguna, pero eso no tiene la menor importancia, lo importante es que, según el
Periódico de Aragón, se van a organizar grandes
eventos, en Madrid y en Bruselas además de este que se ha organizado en
Zaragoza para abrir boca, con el objeto de recabar apoyos y que esos eventos mantendrán ocupados a políticos,
periodistas y paniaguados diversos durante media legislatura. Si al final se
consigue alguna declaración de algún responsable en Madrid o en Bruselas que
apoye la cosa y que también se hubiera podido obtener sin tanto evento y tanta gaita, por ejemplo llamando por teléfono o escribiendo una carta, pues tanto mejor y si no, aquí no pasa nada. Nunca pasa nada.
Y menos por derrochar dinero público a manos llenas en gansadas. Aún recuerdo a un alto
cargo de una institución aragonesa que decía que si de todo aquello -la presentación de GS- no salía nada, como algunos ya íbamos diciendo, ya podía dimitir todo el gobierno. No ha salido nada y, por supuesto, no ha dimitido nadie.