jueves, 11 de octubre de 2012

Politica de circo o el circo de la política.

La diferencia entre una genuina representación teatral y el circo, este, es que aquí el escenario ocupa todo el patio de butacas y uno acaba participando en la representación, normalmente como apaleado figurante y después de haber pagado la entrada, le guste o no. Como en todos los circos, al menos los de antes, aquí también cuentan, una y otra vez, los mismos chistes con más o menos gracia. Wert, por ejemplo, no tiene gracia a pesar de su aspecto de comediante. Rubalcaba tampoco,  Rajoy, Guindos y Montoro no son nada del otro mundo como payasos, pero el chiste de la senda del crecimiento, que según ellos retomaremos al año que viene, es bastante bueno aunque no sea original. Zapatero y Salgado ya lo contaron en 2008, 2009, 2010 y 2011.

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