martes, 26 de enero de 2010

Gestión de riesgos (o algo parecido)

El ejército de los Estados Unidos considera la eventualidad de un Peak Oil y en general, la cuestión energética, como una amenaza potencial para la seguridad de su país. El gobierno chino, incapaz de plantearse otra cosa que el crecimiento compulsivo, lleva tiempo desarrollando una política extraordinariamente agresiva destinada a incrementar sus reservas de petróleo crudo almacenado y a asegurarse, de momento mediante acuerdos y tratados, el suministro procedente de países como Irak y Venezuela, al mismo tiempo que invierte miles de millones en la construcción de un oleoducto, entre el extremo oriente de Rusia y el Noreste de China, capaz de transportar 15 millones de toneladas de petróleo crudo cada año. Algunas ciudades, en Estados Unidos, Inglaterra o Australia han elaborado planes de contingencia destinados a minimizar los efectos de una crisis de suministro. Por aquí, de momento, poca gente ha oído o está interesada en oír hablar de estos asuntos. Se habla, eso sí, de retomar cuanto antes la dichosa senda del crecimiento, pero la energía necesaria para ello se da por descontada sine die.

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