Enviaron a
Bono a casa y no pasó nada... pero parece que no habían previsto que lo iban a necesitar a los cuatro días. Ahora a esperar la respuesta de Pepiño que será, es de esperar, sonada. Puede que ni le dejen ser presidente del próximo Congreso de los Diputados que, según parece, es a lo que aspira. ¡Viva Honduras!, que diría su antecesor.