viernes, 27 de noviembre de 2009

La autovía ¿una apuesta inteligente?

Hace 10 años, el 4 de octubre de 1999, en un periódico local, decía...

Se dice con frecuencia, por políticos, entre otros, que la construcción de nuevas carreteras es un incentivo para el crecimiento económico y es bueno para el empleo. Un estudio de la Comunidad Económica Europea en colaboración con la Federación Europea para el Transporte y el Medio Ambiente (96.7832.011/e Roads and Economy, State-of-the-art report) no ha encontrado fundamentos para semejante aseveración. De hecho se ha concluido que un incremento generalizado de la inversión en este tipo de infraestructuras carece de base económica. Por otra parte el informe GEO 2000 elaborado por la UNEP y publicado recientemente ha identificado al cemento y a los automóviles como los principales factores responsables del, técnicamente irreversible, deterioro ambiental generalizado de la Tierra.

El noveno informe del Select Commitee on Environment, Transport and Regional Affairs del Parlamento Británico (Integrated Transport White Paper) atribuye a decisiones erróneas, basadas en una deficiente planificación, el estado actual, diagnosticado como grave, del transporte en el Reino Unido. El documento subtitulado ‘planificación y uso de la tierra y reducción de la necesidad de viajar’ establece la necesidad de incluir una recomendación del RTPI (Instituto Real para la Planificación de las Ciudades): ‘El Instituto cree que la reducción de la necesidad de viajar, proporcionando un marco en el cual la gente tenga posibilidades reales de optar por desplazarse con menos frecuencia, debe ser un objetivo central de la política local y de transportes para un crecimiento sostenible’.

La actual política de inversión masiva en autopistas y autovías permite sustentar un desastre conocido como ‘planificación dispersa’ según la cual la distancia que separa la residencia del lugar de trabajo, del hospital o de los lugares de ocio es indiferente. Esta política incluye, además, el aumento deliberado del tráfico de mercancías como parte de una directiva (an outline of the Trans- European Transport Network) destinada a incrementar la actividad económica y fomentar la competencia internacional, centralizando la producción en un número reducido de lugares y reduciendo el empleo total en todos los sectores. Los sistemas de transporte (la inmensa mayoría basados en el automóvil y el camión) son lo suficientemente baratos como para hacer rentable la manufactura y la distribución a escala continental.

Tendremos, hay pocas dudas al respecto, una autovía a medio plazo (cuatro, cinco o más años) cuyo principal efecto económico será facilitar los desplazamientos a Zaragoza o a Lérida, lo que perjudicará aún más al comercio local, y obligarnos a comprar y mantener vehículos cada vez más rápidos, más caros, más contaminantes y más peligrosos. Una autovía que nos ha caido encima sin que nadie se haya tomado la molestia de discutir otras alternativas más baratas, más eficientes y de mucho menor impacto ambiental ¿Por qué no un tren de Pamplona a Lérida?. En lugar de eso tendremos mucha suerte si el AVE, que apenas rozará el sur de la provincia y que aún no está claro si parará en Zaragoza, no es utilizado como excusa para suprimir definitivamente la estación de Monzón, que según parece ya ha sido reclasificada como apeadero.

En fin, parece que ahora se trata sólo de discutir, en reuniones más o menos festivas, el número de kilómetros que nos separarán del nuevo engendro. Las autovías, que aparentemente sirven para unir puntos remotos, limitan severamente la comunicación entre puntos antes próximos, pero situados en lados opuestos de su eje, y la movilidad de personas que no disponen de vehículo o que prefieren andar o ir en bicicleta. En este sentido una apuesta inteligente sería no insistir demasiado en aproximar la autovía. Por el contrario sería bueno contar con las grandes posibilidades que un ‘hinterland’, como el que quedaría entre Barbastro y la nueva carretera, bien planificado y organizado tendría para el desarrollo futuro de la ciudad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario