miércoles, 29 de septiembre de 2010

Huelga general.

La huelga ha pasado sin pena ni gloria. Lo que digan los sindicatos no es más que publicidad de los sindicatos y lo que dice el gobierno hace ya algún tiempo que está desconectado de la realidad. Lo único cierto es que, si había alguna cuestión pendiente antes de la huelga, seguirá pendiente después de la huelga.

domingo, 16 de mayo de 2010

Crisis, crecimiento y petróleo

El gobierno ha extendido, de golpe y por sorpresa, los efectos de la crisis a un colectivo que , hasta ahora, se consideraba al margen de este tipo de problemas. Me refiero, claro, a los funcionarios y por extensión a todo aquel que percibe una remuneración legal con cargo a los presupuestos del Estado como, por ejemplo, los pensionistas. El caso es que el  gobierno socialista ha optado por, o se ha visto abocado a, el suicidio político. Lo de los funcionarios puede tener un pase con una parte del electorado, harta de la administración pública en general y que cree que un funcionario es, en el mejor de los casos, un señor con manguitos que cobra, demasiado, por aparecer, alguna vez, por una oficina a rellenar crucigramas y en el peor, un paniaguado de la política, pero lo de las pensiones afecta a todo el mundo y el argumentario del PP ha dado en el clavo, porque coincide con lo que piensa la mayoría  ¿por qué no cerrar un par de ministerios inútiles en lugar de tocar las pensiones? El efecto más notorio de estas medidas no son, pues, los cuatro o cinco mil millones que el gobierno cree, o finge creer,  que va a ahorrar sino el hecho de que la gente, incluso la que se creía inmune, ha empezado a considerar que la crisis ha dejado de ser un problema abstracto que afecta, sólo, a los de siempre, para ser un problema general que le afecta directamente y además algo que no va a acabar, ni de lejos, tan pronto como prometía el gobierno, lo que, sin duda, va a tener serias consecuencias en el consumo interno, que ha sido el principal motor de una economía como la nuestra.

Los dispendios de los últimos años, empezando por los 400 euros que Zapatero prometió en la última campaña electoral, las subvenciones a partidos y sindicatos, la corrupción rampante, las ayudas a la compra de vehículos y los 8000 millones de Euros del plan E del año pasado, a los que hay que sumar, si no me equivoco, otros 5000 este año, ampliamente publicitados con carteles, y otros medios,  que también han costado una fortuna, aunque las inversiones fueran jaleadas como un necesario estímulo para la economía del ladrillo, que pasaba sin solución de continuidad del sueño a la pesadilla, se considerarán ahora, no sin razón, como una muestra clara de que el gobierno, que no ha entedido en ningún momento la verdadera naturaleza del problema, es el principal responsable de todos los males actuales.

Eso, sin embargo, es mucho decir. En todo caso, lo que sí es cierto es que la presente crisis no es fácil de abordar con los mecanismos clásicos –keynesianos-,  como, a estas alturas, ya debería ser  evidente hasta para ZP. Nada más empezar todo este desastre, se nos vendió, desde Estados Unidos pero convenientemente jaleado por los expertos locales,  la idea de que los culpables eran unos desaprensivos que habían dejado, de repente, de pagar sus hipotecas, hipotecas que habían sido previamente empaquetadas y vendidas a inversores de todo el mundo por un valor que, a causa del incumplimiento de sus obligaciones por parte de los ya citados, ya no tenían. En fin, dejando aparte las evidentes lagunas de esta historia, aunque unos cuantos hicieron fortuna contándola por ahí, lo que se nos estaba diciendo es que se trataba de una sencilla crisis financiera y las crisis financieras, más tarde o más temprano, se arreglan. Pero ¿y si no se trata de una crisis financiera?

En octubre de 1929 la bolsa de valores de Nueva York se vino abajo con notable estrépito, dando así carta de naturaleza a una crisis que duró más de diez años, cambió el mapa del mundo y dió lugar a la más terrible, hasta entonces, de las guerras. Pero Estados Unidos, en 1929, nadaba en petróleo y contaba con todo tipo de recursos y con una mano de obra dispuesta a trabajar y deseando hacerlo, así que, aunque la sobreproducción y otros factores jugaron su papel, el origen de la crisis tenía bastante que ver con la ingeniería financiera, la especulación y la formación de burbujas. Ahora, 80 años después, las circunstancias no son las mismas. Desde finales de la segunda guerra mundial la prosperidad,  impulsada por el petróleo abundante y barato y su principal indicador, el PIB, han crecido ininterrumpidamente en todos los países del primer mundo. Un crecimiento que damos por garantizado y que ha devenido imprescindible para sostener la compatibilidad entre nuestra cultura monetaria, basada en el interés compuesto y en la deuda, y el sistema, finito, materia energía. Un crecimiento que depende de un flujo contínuo y creciente de energía de calidad, una energía que nos ha venido proporcionando el petróleo para el que, hoy, no hay ningún sustituto válido ni sostenible ni insostenible.

Y como el mantenimiento de este flujo creciente de energía es imprescindible, una eventual interrupción de ese suministro creciente, cada vez son más los que sostienen que el Peak Oil ha ocurrido ya, conducirá, inevitablemente,  a una crisis mucho más grave –una crisis sistémica, en realidad- que las que hemos sufrido hasta ahora. El sistema funciona, exclusivamente, en crecimiento. Ni el stand by ni el decrecimiento programado son posibles. El sistema es demasiado complejo y está demasiado interconectado como para andar manipulando cualquiera de sus resortes.

Es verdad que el petróleo está bajando, en mi opinión sin otra razón para ello que la caída de consumo industrial, el cierre de posiciones cortas y el pesimismo que se ha instalado en todos los mercados, incluidos los de materias primas, pero, por el momento, ni el precio del petróleo, China sigue consumiendo cada vez más, ni el de las acciones de los grandes bancos españoles, por ejemplo, tienen mucho que ver con la demanda ni con la oferta real y previsible de crudo o con los beneficios obtenidos por los bancos y sí con el estado de ánimo de inversores, traders y especuladores y su particular percepción del futuro inmediato. Y me temo que, cuando llegue el momento de conciliar los mercados con la realidad, el precio será lo de menos.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Apagando la luz...

Me ha escrito mi amigo Rubén para decirme que había entrado ya un par de veces, al menos, en este blog, para ver que pendejadas, puede que en realidad haya dicho pelotudeces tenía yo que decir ahora de las medidas del gobierno que, en su opinión, demuestran que el presidente tiene lo que hay que tener y está dispuesto a enfrentarse con los sindicatos y con quién sea para levantar el país. Mi amigo Rubén, creo que ya lo he dicho, es argentino y en Argentina tienen un sindicato, la CGT, aliado tradicional del peronismo, que quita y pone presidentes sin despeinarse y que está metido, de hoz y coz, en todos los casos de corrupción que afectan, desde hace años, a la política y a la economía argentina. Por eso a Rubén le entusiasma ver a un Gobierno enfrentarse a los sindicatos, como le indigna ver  a un juez, como Garzón, perseguido porque, eso piensa Rubén, se está enfrentando a los militares y la extrema derecha al investigar ejecuciones, desapariciones y otras macanas de la interminable dictadura del general Franco. La verdad es que, después de oir esta mañana la presentación de las medidas de austeridad y el posterior debate en el Congreso, se me ocurre más de una pelotudez pero, sobre todo, me invade una sensación de aburrimiento, de dejá vu, junto con la persistente impresión, eso no es de ahora,  de que esto ya no tiene remedio. El gobierno, en realidad su presidente,  ha hecho lo que han dicho o lo que le ha parecido la opción menos problemática y más directa, para contentar, hay quien diría obedecer, pero el matiz es lo de menos, a los avalistas de la deuda pública española y no perjudicar a la banca, que le ha sacado, recientemente, de un serio apuro en relación con esa deuda, confiando, además, en que podrá calmar –convencer- a los sindicatos como los ha convencido –calmado- otras veces. Pero de momento, ha dejado, y es una pena,  la triste impresión de que sus compromisos, no valen, más por inconsciencia que por mala fe, el papel en el que están escritos. Y por si todo esto fuera poco, hemos tenido que ver a Rajoy y al Partido Popular, de paladines de los derechos de trabajadores y pensionistas.

Europa ha prometido que pondrá 500.000 millones de euros encima de la mesa, para garantizar a los eventuales tenedores de deuda pública, española sobre todo, que, pase lo que pase, recuperarán su dinero y para  ganar algo de tiempo para la economía española, pero no ha sido, claro, a cambio de nada o a cambio de más promesas. Ya no podemos seguir viviendo como unos jubilados de lujo mientras los que trabajan, los que investigan, los que fabrican y los que cultivan los alimentos que nos comemos están en Asia, en América o en África y viviendo peor que nosotros. La fiesta ha terminado y cuanto antes nos hagamos a la idea y empecemos a intentar vivir en consecuencia mejor.  Zapatero ha ignorado esta crisis todo el tiempo que ha podido, esperando que se arregara sola y todavía sigue creyendo, o fingiendo que cree, que en poco tiempo volveremos a estar como antes. Pero no es así. Nunca volveremos a estar como antes.  Y en cuanto a Garzón, querido Rubén, pues no sé que decir. A mí me ha parecido siempre un poquiyo fantasma, pero me preocupa, por lo que puede suponer de precedente y de aviso para navegantes, que lo empapelen por sus investigaciones en los casos Gurtel y de la Memoria Histórica, de la misma forma que me parece bien que le toquen un poco las narices por el asunto del Banco Santander y los cursos en NY financiados por Botín. En fin, que todo parece muy confuso pero, en definitiva, es la misma mierda de siempre.

lunes, 10 de mayo de 2010

Extracción de carbón en North Staffordshire



















Las técnicas de excavación de galerías eran muy rudimentarias y la madera para entibar muy escasa, así que, cuando un pozo se volvía inseguro, se abandonaba y se perforaba otro al lado...

Imagen

Y subió la bolsa...

Preguntas (de un ingenuo) ¿Para qué sirve la bolsa? ¿qué sentido tiene que un índice, el Ibex, por ejemplo, gane o pierda 1000 puntos en una sesión? ¿tienen esos altibajos algo que ver con la economía real? ¿el banco de Santander, por ejemplo,  ha mejorado, en algo, su negocio en relación con la semana pasada? ¿había empeorado algo la semana pasada en relación con la anterior?

Respuestas (de un cínico) A mí para nada, ninguno, no, no y no.


Esto que está pasando, en la bolsa y sobre todo en los mercados de deuda y derivados donde la cosa aún ha sido más gorda, como casi todo en esta economía, por llamarla de alguna manera, no tiene nada que ver con cosas tangibles ni, por extensión, con la realidad. No son más que fantasías generadas por computador. Ahora resulta que lo que había en las bolsas la semana pasada, según el titular de Cotizalia, reproducido más arriba, eran manadas de lobos. Como los lobos se van, la bolsa sube y como la bolsa sube, los lobos no sólo se van sino que se van despavoridos. ¿está claro?. Claro que no. Profundizando un poco más,  parece que de lo que se trata es de que los que juegan a corto, es decir, los que venden acciones que no tienen, o que han pedido prestadas,  a precios altos para comprarlas y devolverlas, cuando bajen quedándose con la diferencia, han seguido vendiendo más allá de lo razonable y se han cogido, bendito sea dios, los dedos. Pero como tenían que devolver las acciones prestadas,  no tienen más remedio que comprarlas a toda prisa antes de que el precio, impulsado por sus mismas compras, suba todavía más. A mí estos tíos no me parecen ni más ni menos lobos -golfos- que los bancos, que crean de la nada el dinero que prestan, confiando en que se les devolverá y que, cuando no se les devuelve, van a llorar al Estado para que les compense. Ahora los gobiernos europeos, con su superfondo de salvación de 750000 millones de euros, tan fantástico como todo lo demás,  han lanzado un mensaje inequívoco a los mercados, gobiernos incompetentes y especuladores varios: continúen ustedes jugando a lo que quieran que, si vienen mal dadas, el dinero público les sacará de cualquier apuro en el que se metan. Una vergüenza. Mejor dicho, otra vergüenza que, probablemente, sólo servirá para empeorar las cosas en el momento, inevitable, en el que haya que dejarse de encantamientos y atenerse a la realidad.

domingo, 9 de mayo de 2010

Comedores de patatas

De Aardappeleters -los comedores de patatas- Vincent Van Gogh, 1885. La pintura representa una familia holandesa, a dieta de patatas, justo antes de la era del petróleo. Los descendientes de esa familia tendrán hoy, a poca distancia de su casa, varios supermercados con las estanterías repletas de comida traída, mayoritariamente, de países del tercer mundo, a los que se les ha impuesto una producción especializada en nuestro beneficio, factible sólo gracias a la utilización de mano de obra semiesclavizada, al consumo masivo de fertilizantes, procedentes del petróleo, a la utilización también masiva de maquinaria agrícola movida, por supuesto, con derivados del petróleo y a la posibilidad de llevarlo de una parte a otra en un tiempo récord gracias, también, al petróleo. Lo más curioso de todo esto es que nadie parece creer que necesitamos un plan B, o lo creen y no se les ocurre ninguno que es, por ejemplo, lo que me pasa a mí, por si la crisis económica, que parece cada vez más inmune a los exorcismos y sortilegios del gobierno o la crisis energética dejan un día las estanterías vacías, porque, con todos los terrenos agrícolas en torno a las ciudades grandes y pequeñas, cubiertos de urbanizaciones, será difícil encontrar un espacio apto para cultivar patatas.
El gobierno español, a la fuerza ahorcan, se propone, después de haber abominado no hace ni dos días de las reducciones drásticas, reducir, más, el déficit para restaurar, dicen, la confianza en la economía española, en medio punto porcentual este año y en un punto enterito el año que viene, lo que, según parece, quiere decir que va a dejar de gastar 15000 millones de euros, de los que cinco mil figuraban en el presupuesto de gastos vigente y 10000 en un presupuesto, el de 2011, que aún está por hacer y  que son,  más o menos, lo que se ha gastado en los planes de estímulo, levantar aceras o subvencionar la compra de coches nuevos o en la tontería aquella de los 400€ para cada quisque. Me gustaría saber a quién, o a qué, le va a quitar 15000 M€ un gobierno que tiene horror a cualquier forma de conflicto susceptible de quitarle votos  y una incapacidad congénita para la rectificación.

viernes, 7 de mayo de 2010

El nuevo archivo/museo de Barbastro

Mucha escalera, mucha cámara de vídeo, mucha luz y mucho espacio -vacío- para albergar los fondos del viejo y pequeño, museo diocesano de Barbastro -y los que aún están el Lérida-,  en un entorno más adecuado. Da la impresión de que esperan muchas visitas y piensan contar con mucha gente para atenderlo. También hay espacio, un par de salas enormes, para los archivos municipal y diocesano, biblioteca, un pequeño escenario y para las oficinas del obispado y la residencia del obispo. 

jueves, 6 de mayo de 2010

Esto se complica (más).

Bueno, pues no. Los 80$ por barril no eran el suelo para los precios del crudo ni parece que el dinero que ha salido estos días de las bolsas de valores se esté invirtiendo en materias primas. El petróleo está cayendo al mismo, o parecido, ritmo que las bolsas europeas y, a última hora de hoy, la de Nueva York. Las razones por las que está pasando esto, sobre todo después de que Obama haya paralizado la búsqueda de nuevos yacimientos en la costa de Estados Unidos como consecuencia de la catástrofe de Louisiana,  se me escapan por completo. Ni hay nuevos descubrimientos ni se sabe que los chinos, ajenos, por el momento a esta turbulencia bursátil, hayan pensado reducir su consumo. Lo único que se me ocurre es que los que invierten en los mercados de futuros estén descontando una crisis, con la subsiguiente caída del consumo energético,  más duradera de lo previsto.


Por otra parte, España ha conseguido colocar 3.000 millones de euros en bonos del estado a cinco años, bien es verdad que gracias a las presiones ejercidas por el gobierno sobre la banca española y a un interés 0.71 puntos más alto que en la subasta de marzo, con lo que de momento, y por los pelos, el estado español mantiene su capacidad de financiarse en los mercados de deuda. No sé si esto es una buena o una mala noticia. Probablemente sería mejor reducir los gastos y no incrementar la deuda, al menos hasta que retomar la senda del crecimiento vuelva a ser una opción de futuro. Que ya veremos.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Problemas en el casino




El Ibex35, una especie de índice ponderado del valor de un conjunto seleccionado de acciones de la bolsa española, está, a estas horas de la mañana, por debajo de los 9600 puntos lo que, como puede verse en el titular de arriba y en otros similares, ha desatado una especie de pánico entre los analistas financieros, políticos y pensadores aúlicos del régimen, los mismos que, no hace ni dos semanas, jaleaban los 12000 puntos que ese mismo índice estaba a punto de alcanzar, como una prueba más de que la economía española estaba muy lejos de los problemas griegos. ¿Esto de ahora significa que ya somos como ellos?. No lo creo, como tampoco creía que lo de los 12000 puntos significara lo contrario. Los problemas, que los hay, están en otro sitio: la deuda pública, las materias primas, la energía y los alimentos. Es probable que el dinero, que está saliendo a chorro de las bolsas europeas, vaya hacia esos mercados, aunque el petróleo, de momento, ha vuelto a los 82$/b, pero los problemas del crudo, por ejemplo, no están en la escasez de capital, sino en la creciente dificultad para extraerlo y en el crecimiento exponencial del consumo en China y otros lugares. Y en cuanto a los rumores sobre una posible intervención del FMI, que, según el gobierno, han provocado la caída de la bolsa española, los que deberían estar preocupados son los funcionarios y los pensionistas, no los accionistas del Santander.

sábado, 1 de mayo de 2010

Pico de Petróleo V


Y mientras aquí y fuera de aquí, cada uno va a lo suyo, la crisis energética sigue su curso. Por el momento la información -el gráfico es de elaboración propia con datos de la EIA-  que proporciona el Departamento de Energía de los Estados Unidos no ha experimentado grandes cambios con respecto a los últimos diez meses. La producción y el consumo parecen estancados en torno a los 85 millones de barriles diarios y el precio, que sigue una trayectoria inequívocamente ascendente, parece haber encontrado su suelo en los 80 $/b -hoy ha superado los 86 $/b-, pero las grandes cuestiones siguen abiertas y las respuestas, cuando las hay,  son cada vez más inquietantes. El incremento del consumo interno en los países productores,  el agotamiento de los grandes yacimientos en Oriente Medio y otras señales potencialmente alarmantes –Arabia Saudí está construyendo una Central Nuclear para garantizarse el suministro de energía eléctrica- ponen seriamente en duda la capacidad de recuperación de la producción cuando la crisis actual termine. Por otra parte el incremento del consumo de China y los movimientos de su gobierno para asegurarse el suministro suponen un riesgo cierto de guerra por el petróleo en cuanto la demanda supere, de forma irreversible, la producción.

Porque lo que está cada vez más claro es que ni las fuentes no convencionales de petróleo ni las energías renovables van a cubrir la brecha entre la demanda y la producción en los próximos años, -sigue siendo un problema de concentración y no de cantidad de energía- brecha que, como puede verse en el gráfico, de la EIA, es más que alarmante. El desastre de las costas de Louisiana frenará, inevitablemente, la exploración del fondo marino en busca de nuevos yacimientos de crudo, autorizada, ordenada, en realidad,  por Obama como último recurso para evitar la crisis de suministro y las subvenciones públicas,  que han mantenido viva en contra de la realidad económica y energética, la fantasía de las renovables, están resultando demasiado onerosas en medio de la crisis y sus resultados están muy lejos de ser los esperados, por ya se están dando los primeros pasos para terminar con ellas, incluso con efecto retroactivo..


1 de Mayo

 Si la economía vuelve a crecer, algo indispensable para que el sistema monetario, basado en la deuda y por tanto en el crecimiento exponencial,  no se hunda, será por razones que poco tendrán  que ver con los trucos y monerías de este gobierno que, como cree firmemente que todo lo que está pasando se puede atribuir al comportamiento cíclico de la economía y, por supuesto, a la conjura exterior, se dedica a anunciar la recuperación, un día sí y otro también, con la esperanza de acertar alguna vez y de que se olviden los fiascos anteriores. La oposición, por su parte, que también cree en los ciclos y sobre todo en la misericordia divina, confía en que esta fase contractiva se prolongue, al menos, hasta las elecciones y mientras tanto siguen exigiendo reformas estructurales que es una forma, como otra cualquiera, de no decir nada. O de pedir, pero sin que se note, el despido libre para que la crisis la paguen los de siempre. Hasta ahora al gobierno eso le parecía un asunto intocable pero hoy eso ya no está tan claro -según Zapatero la reforma laboral es ahora decisiva-. Ya veremos lo que quiere decir con eso, si es que él mismo lo sabe y no se trata de otra boutade, para salir del paso, pero tal como están las cosas hay medidas, probablemente indispensables, que están fuera del alcance del gobierno. Con 4,5 millones de parados, cualquier metedura de pata con los sindicatos, que hacen lo que pueden para contener la agitación en las calles, puede llevarse al gobierno por delante y crear un clima social irrespirable. La tímida y a todas luces insuficiente reestructuración de la administración y las empresas públicas, anunciada como el primer gran paso en la contención del déficit pero que apenas ha afectado a 32, no demasiado altos, cargos, ha dejado claro, por si había alguna duda, que tampoco por ahí el gobierno se va a complicar la vida. Sin reforma laboral, sin adelgazamiento de la administración, con la deuda disparada y los intereses cada vez más altos, gracias a la rebaja en la calificación y sin posibilidades de devaluar la moneda, el gobierno tiene un margen de maniobra muy escaso. O nulo.


viernes, 23 de abril de 2010

De velos, deudas y otras historias.

Que una adolescente marroquí lleve o no lleve un pañuelo en la cabeza,  en clase o fuera de clase,  es algo que, objetivamente, no tiene la menor importancia, pero parece ser que, en algunos colegios de Madrid, hay una norma interna que prohibe que los alumnos lleven la cabeza cubierta. Es una norma que no tiene mucho sentido, otra cosa sería que se prohibiera el burka o algún otro aditamento que impidiera identificar al portador, pero, claro,  si fueramos a eso tendríamos que  cuestionar un montón de leyes que no tienen más objeto que dejar claro que aquí, como en todas partes,  hay unos que mandan y otros que obedecen y que el poder, para manifestarse en todo su esplendor, tiene que ser y es, por naturaleza, arbitrario. Hay quien argumenta que, si en los países árabes hay restricciones indumentarias, que afectan sobre todo a las mujeres y que hay que seguir a rajatabla, que a ver por qué aquí van a hacer ellos y ellas lo que les parezca. Bueno, la verdad es que nos ha costado lo nuestro deshacernos de nuestros propios talibanes, con sotana y tonsura y el apoyo de la guardia civil, que estuvieron muchos años pontificando, sobre lo que había y lo que no había que vestir, las mujeres, sobre todo. Me parece que ahora , superada esa etapa, deberíamos dejar a la gente en paz  y si no hay ninguna restricción para ir medio desnudos por la calle o para vestir en la escuela de la manera más estrafalaria que a uno se le ocurra, cosa que me parece muy bien, tampoco debería haberla para el, o la, que se empeñe en pasar calor con un trapo en la cabeza. Claro que, mientras la norma no se derogue,  la niña sólo tiene dos opciones, quitarse el pañuelo al entrar en el colegio o buscarse uno donde se pueda llevar la cabeza cubierta, que tampoco es tanto problema. Me han hecho gracia las declaraciones del muy atildado representante de los obispos. Al hombre le parece bien que la chica vaya a clase como le dé la gana, él pasa de la normativa civil, porque dice que hay que respetar los sentimientos religiosos y la manifestación externa y, sobre todo,  pública de esos sentimientos. No vaya a ser, habrán pensado, que aplaudamos ahora lo del velo y alguien empiece a cuestionar, de hecho ya se está haciendo, los crucifijos y las sotanas en las escuelas o la permanente exhibición de cruces, alzacuellos y otros símbolos religiosos, por él mismo y sus colegas, en cualquier lugar.

Traigo este tema a colación, a pesar de que como he dicho al principio, me parece bastante insustancial  –aunque hay lugares donde se mata por cosas parecidas–  porque es uno de los temas candentes de los telediarios de este fin de semana. La próxima solución, o no solución,  del problema de la deuda griega, las idas y venidas de Garzón,  las querellas que está tramitando, contra él, el tribunal supremo y la inoperancia del tribunal constitucional, que ha necesitado cuatro años para no resolver sobre la constitucionalidad del estatuto de Cataluña, son otros. Nada de todo esto tiene demasiada importancia, salvo que uno sea inversor-especulador,  político con mando en plaza o aspiraciones, o periodista, pero hablar de estas cosas distrae al respetable y le mantiene alejado de los verdaderos problemas del planeta que, por otra parte, tampoco sabríamos como resolver. Además, la vicepresidenta del gobierno ha anunciado, once again,  la inminente vuelta al crecimiento, así que a disfrutar que son cuatro días.

Los míos y los suyos


El antiguo presidente del Comité Olímpico Internacional, Samaranch, ha muerto y ha sido enterrado, con honores de gran estadista, en una ceremonia presidida por el Rey. ¿Y qué?,dirá mi amigo Rubén. Pues nada, la verdad. Al fin y al cabo el Rey y toda la corte de los milagros han ido al entierro de uno de los suyos. Yo no hubiera ido, nadie me ha invitado,  porque a mí Samaranch me deja, y me dejaba,  frío. A  mí y a media Europa, que lo considera, en todo caso,  un modelo de habilidad y capacidad de adaptación, capaz de pasar de los círculos del poder franquista a los de la democracia, esta,  sin despeinarse lo más mínimo y también el hombre que salvó los juegos olímpicos a costa de acabar con el amateurismo, institucionalizar los negocios y también la corrupción. Dice el Frankfurter Allgemeine Zeitung en su edición digital de hoy:  Das Prinzip „Eine Hand wäscht die andere“ wurde unter Samaranch zur Maxime. (La idea de que una mano lava a la otra llegó, con Samaranch, al máximo). Yo hubiera ido, por ejemplo, al entierro de Delibes, -tampoco me invitó nadie y además me caía muy lejos-, mientras el Rey estaba viendo a Alonso, otro de los suyos, en una competición de fórmula 1. 

viernes, 16 de abril de 2010

When push comes to shove…

Los optimistas, cornucopianos, o los que dicen que esto se arregla a base de contarnos unos a otros historias más o menos edificantes e inspiradoras,  como los promotores de una curiosa iniciativa puesta en marcha, sin demasiado éxito, hace unos meses, deben ser, en general, buena gente, cargada de buenas intenciones y con un legítimo y perfectamente comprensible deseo de que las cosas les vayan bien a ellos y también a los demás, durante todo el tiempo posible.  Pero que sean buena gente no significa, necesariamente, que sean inofensivos. El optimismo injustificado es casi siempre un peligro, incluso cuando sólo trata, es el caso de la Web citada más arriba, de animar el consumo al que, en este extraño modelo económico, se le atribuyen poderes taumatúrgicos en relación con la marcha de la economía. Cuando, como es el caso de los que niegan la inminencia e incluso la posibilidad de un pico de petróleo o creen que la energía que actualmente se extrae de los combustibles fósiles se obtendrá con análoga facilidad de otras fuentes limpias o renovables, el optimismo impide o restringe la adopción, a tiempo, de determinadas medidas correctoras es, además de peligroso, suicida, aunque no por eso deja de tener cierta lógica. El optimismo es necesario para sostener el tinglado actual, en eso tienen razón los de la página Web y el actual gobierno de España, porque el optimismo es la base de la confianza, precisamente la paginita de marras está producida por una fundación denominada Fundación Confianza, y la confianza es lo que sostiene, por ejemplo,  el valor de la moneda en cualquier circunstancia, pero mucho más en una situación como esta,  en la que la deuda ha rebasado con creces los límites de lo asumible. El dinero que circula en billetes o monedas, denominado en Euros, dólares, yuanes, libras esterlinas o en lo que sea, es apenas un 4 o un 5 por ciento del total en circulación y es la parte creada por las CECAS y los bancos centrales. El resto es mayoritariamente dinero bancario, creado por los bancos privados, como deuda,  con la única garantía de la confianza en que el deudor se hará cargo de ella y la pagará.

La mayor parte del dinero en circulación, por lo tanto, está respaldado por compromisos que no se sabe si se podrán cumplir o que sólo se podrían cumplir en un entorno y en unas circunstancias muy diferentes a las actuales. El valor del dinero es lo que aparece en los billetes o monedas o lo que consta en las cuentas y depósitos, es decir, 10€ valen 10€, pero sólo mientras nos avengamos a guardar esos 10€ en el banco o en casa. Si, por el contrario, a la gente, a toda o a bastante gente,  le diera por transformar sus billetes, monedas y apuntes bancarios en cosas tangibles se encontraría con que el valor real de todos los bienes y servicios disponibles es insignificante, en comparación con la cantidad de dinero en circulación. Y eso en un momento en que la restricción de crédito amenaza con asfixiar la economía, lo que podría parecer, pero no lo es, un contrasentido. El crecimiento es lo único que puede garantizar el pago de la deuda. Sin crecimiento podríamos llegar, sólo en teoría, a pagar el principal pero el pago de los intereses exige que la producción de bienes y servicios de mañana sea superior a la de hoy. De lo contrario todo el sistema se colapsa. Y el crecimiento requiere energía, energía concentrada, abundante y barata. En definitiva, petróleo. Y petróleo de origen convencional. Nada de arenas bituminosas, petróleo enterrado varios kilómetros por debajo del fondo del mar o supuestas reservas sin confirmar. Sin esa energía adicional, hoy más que ayer pero menos que mañana, como decía una medallita que se vendía en España hace cuarenta años, no hay crecimiento y en un sistema económico que no contempla el stand by, eso pone las cosas muy difíciles. Una solución parcial o un amago de solución parcial, podría ser la reforma monetaria. Acabar con la creación del dinero como deuda y que los bancos centrales y los estados nacionales o las organizaciones supranacionales recuperen el viejo poder de los reyes de acuñar moneda de forma exclusiva, moneda que se crearía libre de deuda y podría ser puesta en circulación para  pagar las nuevas infraestructuras y otros compromisos públicos.  Hoy por hoy, si el gobierno quiere gastar dinero tiene que pedirlo prestado y pagar por él un interés y los únicos beneficiarios son los bancos que tanto han contribuido, ahora y antes de ahora, a que la economía entre de tanto en tanto en crisis cada vez más graves y más difíciles de resolver. Pero esto es sólo una solución a medias, o ni siquiera eso,  del problema de la incompatibilidad entre la finitud de los recursos minerales y energéticos del planeta y el crecimiento exponencial de la masa monetaria. Hay otros problemas, derivados del crecimiento insostenible, del agotamiento de recursos irreemplazables para los que hemos creado una necesidad insoslayable, por ejemplo en alimentos, combustible para automoción y todo lo que garantiza el mantenimiento de una economía globalizada que permite el sostenimiento de una población de casi 7.000 millones de personas en un planeta cuya capacidad de carga está en estos momento en el límite o eso, al menos, es lo que puede deducirse de las condiciones, más que precarias, en las que se desenvuelve actualmente la vida de millones de personas y de otros indicadores al alcance de cualquiera. Estos problemas no se resolverán con artificios monetarios sino con una reducción drástica del consumo y de la población del planeta. A ver si aparece algún voluntario. O voluntaria, que diría la ministra de igualdad.

jueves, 15 de abril de 2010

¿Cuando terminó la recesión? (En Estados Unidos)

Resumen: Puede que terminara en junio de 2009 pero, desde entonces, se han perdido 900.000 empleos en Estados Unidos y la sangría sigue aumentando. En ocasiones anteriores -ver gráfico- el comportamiento de la economía ha sido completamente diferente y el empleo se ha recuperado casi inmediatamente después de la recesión.

The recession

When did it end?

A question of not just academic interest

Apr 15th 2010 | WASHINGTON, DC | From The Economist print edition
THE American recession is over. In the summer of 2009 real GDP and industrial production hit bottom and resumed growth, and expansion in both measures strengthened as the year ended. Industrial production has continued to grow in early 2010 as, in all likelihood, has output. By the end of the current quarter the American economy may have returned to its pre-recession peak in real GDP.
Most economists agree about all of this. Prominent voices like Northwestern University’s Robert Gordon, Harvard’s Jeffrey Frankel, and Stanford’s Robert Hall have declared the recession dead and gone. But those men all sit on the National Bureau of Economic Research’s recession-dating committee, responsible for pinpointing the beginning and end of business cycles. On April 12th that committee announced that it was not able to set an official end-date for the American recession.
That a date has not yet been chosen is not that unusual; the committee has taken longer to decide in past recessions. The choice to delay a conclusive statement may have been an act of caution, to avoid a black eye in the event that the economy contracts again before reaching its previous peak.
But the suggestion that the economic pain is not yet definitively over struck a discordant note amid cheerier headlines. Earlier in the month this paper expressed the hope that a needed transition in the American economy had begun, and others have gone further. The New York Times and Washington Post have both featured business columnists arguing that Americans are too pessimistic about the strength of the economy. BusinessWeek praised the success of Obamanomics on its cover. Newsweek’s cover announced, “America’s Back! The Remarkable Tale of Our Economic Turnaround”.
Some optimism is warranted. Recent data indicate that recovery in manufacturing is well established, and service-industry expansion has picked up pace in each of the past three months. Labour markets are finally improving; during the first quarter of this year employment grew by 162,000 or 1.4m, depending on which data set you use. And investors have bought the idea of recovery. The Dow Jones Industrial Average has risen by over 10% since early February, and recently closed above 11,000 for the first time since September 2008.
But full-throated cheerleading is premature. By Mr Gordon’s calculations, much of the data point to June 2009 as the likely recession end-date. Since then the American economy has seen a net deterioration in employment by about 900,000 workers. The performance is by far the worst nine-month stretch following a recession of any post-war downturn (see chart). The last time the American unemployment rate rose above 10%, during the recession of 1981-82, the economy added between 1m and 2.5m jobs in the first nine months of recovery.
Meanwhile, housing markets look shaky just as government schemes to support the sector are ending. The Federal Reserve is not cheering: on April 14th Ben Bernanke, the chairman, predicted a “moderate” recovery amidst “significant restraints”. Small-business confidence declined in March for a second month. Any number of unpredictable shocks, from a big sovereign default to rapid monetary tightening in overheating emerging markets, could undermine the recovery.
No vulnerability is so worrisome as unemployment. As of March, 15m Americans were jobless, while another 9m were unwillingly working only part-time. Knowing just when the recession ended will not be of much comfort to them.

domingo, 11 de abril de 2010

El elefante y la civilización (una metáfora)


Aunque no sabríamos construir un elefante, podemos, bajo ciertas condiciones, conducir uno. Me refiero a que hay gente que puede, sentándose encima y con la ayuda de una especie de punzón al extremo de un palo, hacer que vaya en una u otra dirección, avance al paso o al trote, se detenga, se incline, etc, pero no es una tarea sencilla. Es un ente de extraordinaria complejidad, -ya digo que no podríamos construir nada parecido- pero las gentes que pueden manejarlo han aprendido a localizar determinados puntos, donde una aplicación moderada de fuerza, ejercida con las piernas del jinete o con el punzón,  puede hacer que el animal, que puede alcanzar las siete toneladas de peso, actúe de una determinada manera y no de otra. Estos puntos son esenciales para el manejo de sistemas complejos, una pequeña acción ejercida sobre ellos puede provocar un efecto notable sobre todo el conjunto, por lo que su identificación es una tarea de primera importancia en el análisis de sistemas. Esta civilización es un sistema muy complejo, auto sostenido, que tampoco hemos construido, que no podríamos reproducir, o controlar ni con la ayuda de los computadores más sofisticados. Pero sí que podemos, sin duda, identificar algunos de los puntos de apalancamiento del sistema y actuar sobre ellos para intentar que evolucione en el sentido más conveniente o, al menos, para intentar controlar los bucles de realimentación positiva que inevitablemente lo llevarían al colapso. Pero, al igual que ocurre con el elefante, no basta con identificar esos puntos. Hay que saber cómo incidir sobre ellos y en qué dirección y sentido aplicar la presión necesaria para inducir el comportamiento esperado y la experiencia demuestra que, en la mayor parte de los casos, de una correcta identificación de los lugares donde actuar no se sigue, más bien al contrario, la actuación adecuada. Por ejemplo, hay un punto de apalancamiento perfectamente claro y correctamente identificado por los gobiernos de todo el mundo, como la respuesta a la mayoría de los problemas existentes: el crecimiento. El problema es que la acción correcta, que sería ralentizar el crecimiento, pararlo o, en determinados casos, hacerlo negativo, ni siquiera se toma en consideración en ninguna parte del mundo, sino que la acción más generalizada consiste en intentar mantenerlo y si es posible incrementarlo.  Una acción que, en lugar de solucionar los problemas globales, -pobreza, hambre, destrucción del entorno, agotamiento de los recursos, deterioro de las ciudades, desempleo- los agudiza cada vez más.




miércoles, 7 de abril de 2010

Más de lo mismo

Mientras el petróleo crudo se queda, de momento, en el entorno de los 86$/b, después de haber estado esta mañana a 86.66$/b, el Sr. Presidente del actual gobierno de España nos sorprende, es un decir, con nuevas iniciativas para potenciar nuestra economía, crear puestos de trabajo y devolvernos, cuanto antes, a la senda del crecimiento. Son sus palabras, claro, no las mías. En esta ocasión se trata de subvencionar coches eléctricos y de promover obra pública, iniciativas que no son nuevas ni servirán para nada que no sea engordar, más,  las cuentas corrientes de algunos, derrochar millones de euros de dinero público y llevar la deuda a niveles más insoportables, si es que eso es posible o tiene aún alguna importancia. Como ejemplo de lo que digo y relacionado también con el manido y cada vez más insoportable tema de la sostenibilidad, basta citar lo ocurrido con una planta de producción de biodiesel, inaugurada a bombo y platillo en 2007 en la antigua azucarera de Linares (Jaén), citada como referencia europea en el campo de los biocombustibles y subvencionada, faltaría más,  con 24 millones de euros, que lleva cerrada desde diciembre pasado, fecha en la que se acabó la subvención. Esto último, lamentablemente, está dentro de la lógica de las cosas: si quieren seguir produciendo biodiesel, con el único objeto de apuntarse algún tanto en el cuento de la sostenibilidad, que lo subvencionen porque lo que es obvio es que jamás será rentable, compite directamente con la producción de alimentos,seriamente comprometida ya por múltiples razones y que su tasa de retorno, real,  no superará, en el mejor de los casos, el 1:1.

Y en cuanto a los coches eléctricos no queda gran cosa que decir que no se haya dicho. Son un experimento de laboratorio que corre razonablemente bien en pistas de pruebas. Sustituir el parque actual por esos modelos está, definitivamente,  fuera de nuestras posibilidades actuales y previsibles y eso dejando aparte que esa tecnología, como todas las tecnologías y todas las ‘energías’ actuales es totalmente dependiente del petróleo y de los combustibles fósiles sin los cuales no tendríamos ni coches eléctricos ni de hidrógeno, ni tampoco electricidad o hidrógeno que, supongo, será lo siguiente que subvencionarán. Lo de promover nueva obra pública a estas alturas ni siquiera merece comentarios y lo de que no le va a costar nada al Estado hasta 2014, Zapatero dixit,  menos aún.

domingo, 21 de marzo de 2010

El centro y la periferia

Estas fotos corresponden a solares y edificios de la arteria principal de Barbastro, la calle del General Ricardos, vulgarmente conocida como Río Ancho por estar construida sobre un antiguo barranco y por la cantidad de agua que ha bajado por ella, con ocasión de alguna que otra memorable avenida. Aunque esta calle y otras próximas fueron, en la interminable posguerra civil, lugar de residencia de una parte de la burguesía local, hoy muchas de sus viviendas están abandonadas y otras, mal conservadas, arrendadas a bajo precio y la gente que puede permitírselo, por lo visto casi todo el mundo,  prefiere vivir en las urbanizaciones del extrarradio, donde antes había huertas y terrenos agrícolas. El Ayuntamiento, siguiendo la pauta marcada por los constructores, que han financiado hasta no hace mucho una parte importante de su presupuesto, parece desentenderse del  centro de la ciudad, mientras planifica, o aplaude,  zonas comerciales periféricas de dudosa viabilidad, bloques de 300 o 400 viviendas en los terrenos de los antiguos cuarteles y una nueva variante sobre el escaso terreno de huerta que aún nos queda. Pero esto no es lo que hay que hacer ahora, sobran viviendas, carreteras  y centros comerciales, sino reorganizar el espacio para que los vecinos vayan andando, o en bicicleta, a cualquier sitio, reducir la dependencia exterior en alimentación y energía y preparar, como han hecho y están haciendo otras muchas ciudades en Inglaterra, Australia, Estados Unidos o Alemania, algún plan de contingencia que permita, al menos, mantener las luces encendidas cuando el petróleo esté a 200 dólares el barril.

jueves, 18 de marzo de 2010

Una de vascos

Parece increíble pero los de la ETA han disparado contra un gendarme francés y lo han matado. Para unos especialistas en llegar justo hasta el límite tolerable en cada momento, sin rebasarlo nunca, esto es una formidable metedura de pata y un paso en falso de consecuencias fácilmente previsibles. Se acabó, para ellos, la frontera francesa. Es más, a partir de ahora estarán más seguros en España que en Francia porque los franceses no tienen que responder ante ningún partido nacionalista cuyos votos  puedan necesitar en las próximas elecciones, ni acostumbran a andarse con contemplaciones cuando alguien les toca la Marsellesa, como descubrieron, en su día, sus propios terroristas de la OAS,  de los que ya nadie se acuerda.  Antes al contrario, el gobierno francés estará más que interesado en demostrar que ningún terrorista, y menos cuatro ex seminaristas extranjeros,  puede pasearse impunemente por su territorio después de haber disparado contra su policía. Y sin el santuario francés, que de todas formas estaba ya muy lejos de ser lo que fue, ETA tiene, esta vez sí,  los días contados.  A no ser que alguien, por alguna razón, tenga interés en mantenerlos en activo. Que todo podría ser.

viernes, 12 de marzo de 2010

Sin luz


Una mujer, indignada con las autoridades catalanas, decía en televisión que se había sentido, con el apagón, como en la prehistoria. Aunque no era muy joven, no es probable que supiera, al menos de primera mano, cómo se vivía en la prehistoria, pero no se puede descartar, tal como están las cosas, que ella, o sus hijos tengan, en el futuro, alguna experiencia más duradera de lo que es vivir sin electricidad. Llevamos tantos años con casi todas las necesidades básicas cubiertas gracias a la energía abundante y barata que no podemos imaginarnos, o lo imaginamos con muchas dificultades,  lo que supondría volver a épocas de escasez, no tan lejanas como queremos creer.  Hace sesenta años, y menos, en España y sobre todo en las zonas rurales y no tan rurales, no era raro vivir sin más aparatos eléctricos que una bombilla por habitación, ir a buscar el agua a una fuente o conservar los alimentos en una bodega o en la fresquera de la ventana. Había algún coche, pero la mayoría ni lo tenía,  ni lo necesitaba.  La diferencia con la situación actual es que entonces íbamos, y lo sabíamos o lo intuíamos, a mejorar. De hecho, se mejoraba constantemente. Un año comprábamos la nevera, otro el televisor, al siguiente ya teníamos teléfono...Hoy tenemos un televisor en cada habitación, un teléfono móvil para cada miembro de la familia y uno fijo, e inútil, a la entrada de casa, un par de coches en el garaje, calefacción central, aire acondicionado e incontables cachivaches por toda la casa que acabarán en el cubo de la basura, y en una bolsa de plástico, al mes de haberlos comprado.  El camino inverso no será tan agradable, aunque puede que lo hagamos en bastante menos tiempo.

Renovables


Como todavía hay gente que sigue creyendo, en contra de toda evidencia, que una eventual escasez de combustibles fósiles podrá ser fácilmente compensada por las energías llamadas renovables como el viento, el sol, las mareas u otras, he traído a colación el gráfico adjunto, tomado de The Oil Drum, para hacer patente, una vez más, que la posibilidad de que eso ocurra es muy remota. La inversión en  energías renovables puede servir para tranquilizar a los políticos, para enriquecer a sus amigos y para gastar cantidades ingentes de dinero público en algo que no va a solucionar el problema de la energía, al menos en la escala en la que este problema se va a plantear en un futuro nada lejano,  pero que tiene, evidentemente, muy buena prensa. El costo, no sólo en dinero, sino también en energía y materiales, de una instalación de placas solares o molinos es, en general, superior a la energía que pueda obtenerse con ella. Y no es un problema que vaya a solucionarse con el tiempo o con mejoras en la tecnología. Es un problema que tiene que ver con las leyes de la termodinámica, hoy por hoy, inmutables y también con la, relativamente,  escasa concentración de la energía solar. La fotosíntesis, en pequeña escala, para producir alimentos y madera y los procesos geológicos que dieron lugar al carbón y al petróleo, sirven, sirvieron, para concentrar esa energía, pero se trata de procesos que llevan muchos años y cuanto mayor es la concentración, es el caso del petróleo, más años lleva. Tantos, en el caso del carbón y el petróleo, que no podemos esperar que se reponga lo que hemos quemado tan alegremente. La energía solar puede resultar útil para producir calor, si se consigue reducir el calor disipado a la atmósfera, pero no será nunca una alternativa al petróleo o al carbón en la producción de electricidad y la eólica menos aún. La energía nuclear de fisión, la fusión sigue siendo una utopía,  plantea demasiados problemas y la cantidad de centrales y de combustible que harían falta para reemplazar los combustibles fósiles hace que tampoco, hoy por hoy, sean una alternativa. Y además la electricidad, aún en el supuesto de que pudiéramos generarla a discreción con nuestros caros y peligrosos juguetitos, no mueve, ni moverá en mucho tiempo, nuestros vehículos, ni cultivará ni abonará nuestros campos. Es una cuestión de economías de escala. Correr en una pista de carreras con un coche eléctrico ya lo hemos hecho y ya sabemos que  funciona. Ahora hay que hacer lo mismo con otros 800 millones y además crear una  red de suministro, de electricidad o de hidrógeno, puestos a jugarnos la vida. Y no digo yo que no pueda hacerse algo al respecto, al menos mientras dispongamos de la energía abundante y barata que nos proporciona el petróleo, aunque poco se está haciendo y poco se hará mientras sigan siendo más baratos, rápidos y seguros los de gasolina. Porque todo lo que habría que hacer, desde fabricar los coches hasta generar la energía necesaria, se hace con petróleo y gracias al petróleo y a la energía concentrada que nos proporciona, no con fantasías.

Y el petróleo está, otra vez, a 82$/b. Es posible que vuelva a bajar a los 70, pero la tendencia está bastante clara. Después de los dos exabruptos del 2008, la subida a 148 y el desplome subsiguiente a poco más de 30, la tendencia actual es claramente hacia arriba, de una forma sostenida e implacable que impedirá que salgamos de la recesión. Pero no podemos seguir en recesión porque casi todo nuestro dinero es deuda y la deuda hay que pagarla y para pagarla hay que seguir creciendo. Y al frente de la cosa pública, no sólo en España, gente sin formación ni cualificación ni la menor idea de por dónde sopla el viento, entretenidos con sus peleas de parvulario, mirándose el ombligo y asegurándose la jubilación. Bonita papeleta.  La verdad es que, con 30 años menos de los que yo tengo, no tendría más que curiosidad por ver en qué acaba todo esto. A mi edad tendría que estar, también, un poco angustiado, pero no es el caso. Quizá no esté entre los que sobrevivan, pero puede que no merezca la pena.

martes, 9 de marzo de 2010

Pico de Petróleo (IV)

La petrolera brasileña Petrobras, dependiente del gobierno, ha vuelto a encontrar, o eso dice, un yacimiento de petróleo a 100 km de sus costas, a mucha profundidad y bajo kilométricas capas de sal y arena. El volumen de petróleo que el nuevo yacimiento puede contener se estima en 65 millones de barriles, mientras que el consumo actual de crudo es de aproximadamente 85 millones de barriles diarios. Así que, y aún sin tener en cuenta la tasa de retorno que a esa distancia de la costa y a esa profundidad, será, seguramente, muy baja y dejando también de lado que no es probable que pueda extraerse ni una gota antes de cuatro o cinco años de trabajo, lo que se ha encontrado no da ni para el consumo de un día. ¿Dónde está la noticia?. Pues, precisamente, en el hecho de que un descubrimiento de esas características sea noticia.

mas...

domingo, 7 de marzo de 2010

Si bebes, no conduzcas.

He tenido ocasión de ver, cosas del zapeo, un par de intervenciones de dirigentes del partido popular, concretamente su presidente, el Sr. Rajoy y su secretaria general, la Sra. Cospedal, en un acto organizado con motivo del 30 aniversario de las juventudes de ese partido. En ambos casos se han sentido en la necesidad de manifestar su apoyo, incondicional, al presidente saliente, un tal Uriarte, famoso por haber sido sorprendido, tras un accidente de automóvil, con una tasa de alcohol en sangre más elevada que la permitida por la legislación vigente. A raíz de esto el amigo Uriarte, que compatibilizaba su cargo de presidente de las nuevas generaciones populares con el de miembro electo del congreso de los diputados y, en calidad de tal, de la comisión de seguridad vial, pidió perdón y dimitió como miembro de la citada comisión en la que, por otra parte, no constaba, según su presidente, que hubiera desarrollado una actividad especialmente llamativa, pero mantuvo su puesto de diputado. La verdad es que el asunto no tiene mayor importancia y en un país como este, donde la corrupción se está convirtiendo en algo, no solo generalizado sino tolerado y hasta jaleado por algunos sectores de la opinión pública, que se pille conduciendo bebido, y no mucho, a un diputado, aunque sea miembro de la comisión parlamentaria que estudia,entre otras cosas, cómo prevenir el consumo de alcohol al volante, tampoco es como para rasgarse las vestiduras como, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, han hecho algunos, pero también parece un tanto excesivo que Rajoy, y antes Cospedal, se dirijan, en los actos citados, a su desinhibido y juerguista conmilitón al grito de ¡estamos contigo, Nacho!, como si el pobre hombre estuviera siendo víctima de la más desaforada de las persecuciones. Uriarte no será, seguramente, ni más ni menos irresponsable o cantamañanas que la mayoría del censo electoral, pero, aunque no sea más que por razones pedagógicas, jalear su conducta y solidarizarse con ella porque ha asumido su responsabilidad está, o debería estar, fuera de lugar. La única razón por la que ha reconocido su pequeña fechoría es que tuvo un accidente y fue pillado por la policía, con las manos al volante, lo que le dejó sin más opciones que aceptar una sanción mínima, dejar la comisión y pedir perdón. Nada que justifique el papel de mártir y de modelo para todos los demás, que parece dispuesto a asumir ahora, con la anuente benevolencia de todo el partido popular. Pero la cuestión no es si Uriarte debe, o no, dimitir de algo más, algo completamente irrelevante, sino la de si este país puede permitirse, durante mucho más tiempo, mantener a una clase política tan insoportablemente mediocre, tan irresponsable y, en definitiva, tan parecida a la mayoría de nosotros.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Pico de Petróleo (III)

Algunas ciudades, sobre todo en países anglosajones, están tomando medidas para prevenir el pico de petróleo o, al menos, para informar a la gente de la posibilidad de que algo así ocurra y de sus posibles consecuencias. Un caso paradigmático es Bloomington, una importante ciudad universitaria del estado de Indiana (US),  cuyo ayuntamiento ha creado una fuerza de choque, la Bloomington Peak Oil Task Force que, entre otras cosas, ha elaborado un documento denominado Redefining Prosperity, Energy Descent and Community Resilience, accesible a través de la página anterior, en el que se ponen de manifiesto, proponiendo soluciones, los problemas con los que tendrá, inevitablemente, que enfrentarse la ciudad, en caso de una escasez persistente de petróleo. En fecha tan temprana como el año 2006, el consejo municipal aprobó una resolución en la que se reconocía el problema y se encarecía la adopción de medidas específicas de prevención. El documento está disponible, en inglés, en la Web de la ciudad, pero he aquí una traducción aproximada.

Considerando

Que el petróleo representa aproximadamente el 40% del consumo total de energía de los Estados Unidos y el 90% de sus necesidades de combustibles líquidos para el transporte, y

Que los Estados Unidos y muchos otros países que no son miembros de la Organización de Paises Exportadores de Petróleo (OPEC) han alcanzado ya su máxima producción de petróleo y

Que el descubrimiento de nuevos yacimientos alcanzó su máximo en los primeros años 60 del pasado siglo, y

Que la demanda mundial de petróleo está aumentando y a punto de sobrepasar la producción, y

Que la cantidad total de petróleo disponible es finita y está limitada por razones geológicas, y

Que dichos procesos geológicos imponen un pico de producción cuando se ha extraído aproximadamente la mitad del petróleo disponible en un yacimiento, y

Que muchos geólogos, analistas energéticos y físicos han advertido que la producción global de petróleo puede estar cerca de su punto medio y está en, o cerca, de su máximo global, y

Que el petróleo es vital para el transporte, la agricultura y las industrias químicas y de plásticos, y

Que la escasez de petróleo tendrá un fuerte impacto en todos los sectores de nuestra economía, a nivel nacional, regional y local, y

Que ninguna alternativa conocida iguala la portabilidad, densidad energética y tasa de retorno del petróleo, y

Que los expertos creen que los efectos para mitigar la inminente disminución en la producción de petróleo, deben comenzar entre 15 y 20 años antes de que se alcance el máximo global en la producción, con objeto de compensar adecuadamente su escasez.

Ahora, por lo tanto, por el presente, queda ordenado por el consejo común de la ciudad de Bloomington, Condado de Monroe, Indiana, que:

Sección 1. El Consejo de la Ciudad de Bloomington reconoce el desafío sin precedentes que supone el punto máximo en la producción mundial de petróleo.

Sección 2. El Consejo de la Ciudad de Bloomington reconoce que la ciudad de Bloomington debe prepararse para el inevitable pico de petróleo y anima a la comunidad a estar mejor informada en cuestiones energéticas

Sección 3. El Consejo de la Ciudad de Bloomington promueve la adopción de un protocolo de agotamiento global que reduzca el uso de petróleo, conservando el que aún queda para reducir la probabilidad de una rápida disminución de la producción, haciendo predecible el suministro y limitando la volatilidad del mercado.

Sección 4. El Consejo del la Ciudad de Bloomington ordena al Secretario municipal la remisión de esta resolución a la delegación de Indiana en el Congreso, al Gobernador del Estado de Indiana y a todos los miembros de la Cámara de Indiana, y les encarece a tomar las acciones necesarias para prevenir el inminente pico de petróleo y prepararse para sus consecuencias.

martes, 2 de marzo de 2010

Colaborando

La percepción que la gente tiene de la situación económica depende de cómo le vaya y no al revés, es decir, que a uno no le van, objetivamente y al menos en principio, las cosas bien o mal en función de si ve el mundo que le rodea con optimismo o con pesimismo. Tampoco parece muy probable que una campaña como la puesta en marcha por unos cuantos políticos y entidades, parece ser que de variado pelaje, en la que se incita al personal a trabajar, todos juntos, por la recuperación y a compartir, a través de la Web, historias edificantes y de superación del estilo de las que podíamos leer en las Vidas de Santos de la posguerra española, vaya a tener mucho efecto en magnitudes como el valor de la deuda, el nivel de desempleo o el precio del petróleo, pero ahora parece que lo que hay que hacer es dejarse de vainas, como diría mi amigo Rubén, de Buenos Aires, encarar la vida con alegría y buscar la manera de transmitir confianza al vecindario. Bueno, pues por mí que no quede. Hoy, en lugar de escribir sobre macanas y pendejadas que es lo que, también según Rubén, hago habitualmente, voy a dejarles un fragmento de Los Miserables, que también es una historia ejemplar y con final feliz. Disfruten (podría añadir, mientras puedan, pero hoy, en beneficio del imprescindible espíritu de optimismo y concordia universales,  no voy a hacerlo).

sábado, 27 de febrero de 2010

El milagro del hidrógeno

Esta semana, en la última página, el semanario local publica un artículo(*) titulado El hidrógeno hará posible la tercera revolución industrial, que resume, o extracta, una entrevista con un joven ingeniero industrial barbastrense que participa en un equipo de 'Fórmula Zero', una suerte de competición para coches con cero emisiones (de gases de combustión), con un coche llamado Milagritos que sólo emite vapor de agua y que parece utilizar hidrógeno, una fuente conductora de la electricidad, como combustible. El entrevistado sitúa, al hidrógeno, al final de una cadena, de la que también forman parte el carbón y el petróleo y vaticina que dará lugar a la tercera revolución industrial. En cuanto a la forma de obtener hidrógeno sin necesidad de ir al Sol, el lugar más próximo dónde se encuentra libre y en cantidad suficiente, a buscarlo, se trae a colación el supuesto buen posicionamiento de Aragón como productora de Energía. Aunque no lo dice exactamente así, parece que, de lo que se trata, es de aprovechar la exposición al sol y al viento de gran parte del territorio aragonés para transformar en electricidad la energía solar y eólica y obtener después hidrógeno por electrolisis, o algún otro proceso en el que no intervengan los combustibles fósiles, que el autor da ya por amortizados y prescindibles. Lanzados ya a toda marcha por la pendiente ecológico - nacionalista y localista descubrimos que hoy técnicamente es posible la utilización de energías no contaminantes y que todos los vehículos deberían ser eléctricos... En este aspecto Barbastro sería un enclave estratégico para el abastecimiento de hidrógeno (sic). Por el momento parece que sólo hay, en el mundo seis (6) coches milagrosos, diseñados por distintas universidades que coinciden en manifestar su interés, preguntando cosas, por Milagritos que, por cierto y a modo de aval se nos cuenta que ya ha aparecido en un programa de televisión, llamado 'el hormiguero', sobre cuya seriedad o credenciales científicas no puedo opinar.

El artículo no es demasiado relevante, al menos desde el punto de vista de la energía, pero lo traigo a colación en este blog porque utiliza algunos tópicos muy extendidos, que contribuyen a la desinformación generalizada en un tema tan sensible como este. El hidrógeno puede ser útil para almacenar, por el momento con bastantes problemas, la energía eléctrica producida por fuentes más o menos renovables, posibilidad a la que, probablemente, quiera hacer referencia la expresión, fuente conductora de la electricidad, utilizada en el artículo y que, en otro caso, no tendría el menor sentido, pero esto lo convierte en una portadora de energía y no lo coloca, ni de lejos, en pie de igualdad, desde el punto de vista energético,  con el carbón o, sobre todo el petróleo, que es enegía primaria, concentrada, abundante, al menos hasta ahora y relativamente fácil de usar, transportar y almacenar. Además, la mayor parte del hidrógeno que actualmente se produce proviene directamente del petróleo o el gas natural (metano) o utiliza el petróleo como fuente de energía para su obtención. Prototipos de coches movidos por hidrógeno hay muchos, seguramente más de seis y proyectos de comercialización de coches eléctricos tampoco faltan. En el 2004 y en Figueruelas, sin ir más lejos, se presentó el Hydrogen3, un coche movido por hidrógeno, con las mismas o parecidas virtudes que Milagritos, aunque no era un coche de exhibición o competición, sino que iba a empezar, supuestamente, a producirse industrialmente y a comercializarse en el 2010. No parece que las cosas vayan por ahí, aunque aún estamos en febrero, sino que, por el momento las esperanzas de Opel y de casi todos los fabricantes siguen puestas en los coches de gasolina y nada se sabe de la suerte que ha corrido el proyecto ni, por supuesto, de la extraordinariamente compleja infraestructura de almacenamiento y abastecimiento que habría que montar para que este tipo de vehículos fuera viable.

Creo que está muy bien que se investigue, que se juegue con cochecitos milagrosos, que se compita y que se mantenga el objetivo de prescindir, en su momento, de los combustibles fósiles. Es algo que probablemente habrá que hacer, por las buenas o por las malas, antes o después, pero no creo que sea buena idea dar por sentado que el hidrógeno va a solucionar todos los problemas en la hipótesis, de ninguna manera improbable, de una escasez de combustibles de origen fósil. Sobre todo porque eso, de momento, está lejos de ser una realidad. Las energías llamadas renovables, altamente dependientes también del petróleo, suponen sólo una ínfima parte de la energía consumida y proporcionan, en todo caso, electricidad pero no combustibles líquidos que son los que sostienen el 95% de la economía globalizada y siguen siendo la principal fuente de energía para todos los usos. Ahora, hace cien años y en cualquier futuro previsible, hasta que se acabe o hasta que aprendamos a vivir sin ellos. No es un problema de cantidad. Es un problema de concentración de energía.

(*) En cursiva, citas literales del texto del artículo.

lunes, 22 de febrero de 2010

A propósito de la deuda

Deuda de los PIGS (a la derecha del gráfico) con el resto de los países de la zona euro y con Estados Unidos. Una buena razón, quizá  la más importante, para no dejar caer a los griegos y al que vaya detrás. Hay un artículo publicado hoy en Cotizalia, referenciado al margen, en noticias de interés, que trata, con buen humor, este asunto.

El gráfico aparece publicado en http://marketsandbeyond.blogspot.com/ sin comentarios, por Pascual Morin.
Origen de los datos: Bank for International Settlements

Celtiberia Show (*)

No sé quién le escribe los discursos a este hombre,  ni cuanto cobra, pero yo lo haría mucho mejor y más barato. Cualquiera lo haría mejor. Además, ¿a qué viene pedir ayuda ahora? ¿No íbamos a salir de la crisis en seis meses y a crear empleo a final de año? Pues mejor que se quede con todo el mérito y Rajoy que se fastidie, que al año que viene hay elecciones. Pero, claro,  no es tan sencillo.  Tonterías aparte, no es el momento de pedir ayuda, sino de hacer algo, eso está claro pero ¿qué?. Como el riesgo de meter la pata, o simplemente de que la crisis siga su curso, ignorando las medidas gubernamentales, si es que finalmente se les ocurre algo, es muy alto, lo más prudente es intentar compartirlo con cuantos más mejor. Y para el PP, pillado, como de costumbre, con los pantalones abajo, intentando hacerse un hueco en  los caladeros de votos del PSOE y entretenido con la interminable secuela de sus fechorías, gurteles y demás, la salida es muy complicada. Si pactan, mal. No hay pacto que resuelva esto y además pactar ¿qué y contra quién?. Si no van al festival que les ha montado Pepiño en Fomento,  tendrán que explicarlo muy bien y aún así, cargarán con el sambenito de la insolidaridad y, lo que es peor,  se hará explícito su juego que es, no puede ser otro, que el de apostar a que las cosas vayan de mal en  peor para recuperar el poder. Y en este río revuelto, pescarán, como siempre, los nacionalistas, fieles a su propósito de aprovechar la inviabilidad de este totum revolutum en que se ha convertido España, Rosa Díez, que quizá no tenga discurso ni proyecto diferenciado en el área económica ¿quién lo tiene?, pero está llamando, con éxito, a la puerta de los muchos desencantados que hay, tanto con el PP como con el PSOE y que aún no están dispuestos a dejar de votar. Algo habrá, también, para los de Izquierda Unida, si es que aún queda alguno,  que aprovecharán la metedura de pata de las pensiones y la inevitabilidad, al menos desde el punto de vista cosmético, de una reforma laboral más o menos profunda, que romperá la deriva izquierdista del gobierno y les dejará algo de espacio para trapichear con los sindicatos cuyo papel tampoco ha sido demasiado lúcido, que digamos, aunque y a pesar de su escasa representatividad real,  aún sean imprescindibles para evitar que esto se convierta en una selva. Bueno, de momento puede que los veamos, a todos juntos, en torno a una mesa, demasiado larga para poder hablar de nada, el próximo miércoles o jueves. Podrían empezar por intentar explicar qué es lo que está pasando y cómo hemos podido llegar a esto desde la economía que más crecía al amparo del sistema financiero más saneado del mundo, pero, por favor, que no nos cuenten otra vez lo de las hipotecas subprime. Y a ver si alguien ve alguna relación entre lo que está pasando y la cuestión energética. ¿A que no?

(*) En memoria de Luis Carandell.

domingo, 21 de febrero de 2010

Energía y tecnología

...Those discussions also rely on one of the dogmas of the modern religion of progress, the article of faith that the accumulation of technical knowledge was what gave the industrial world its three centuries of unparalleled wealth; since technical knowledge is still accumulating, the belief goes, we may expect more of the same in the future. Now in fact the primary factor that drove the rise of industrial civilization, and made possible the lavish lifestyles of the recent past, was the recklessness with which the earth's fossil fuel reserves have been extracted and burnt over the last few centuries. The explosion of technical knowledge was a consequence of that, not a cause.


John Michael Greer
The Archdruid Report (February 17 2010)

Complejidad y futuro

La sociedad es cada vez más compleja y en consecuencia, es cada vez más difícil desentrañar las relaciones e implicaciones entre las distintas manifestaciones de la economía y de la vida. Modificar las reglas del juego financiero, elevar a 100 el coeficiente de caja, por ejemplo, puede parecer una medida imprescindible pero sus consecuencias en otros campos de la economía real son impredecibles y se presumen, por que así interesa, catastróficas. La regulación del mercado laboral puede provocar a los sindicatos y romper la paz social pero modificar las condiciones o aumentar los impuestos a las grandes empresas, puede suponer una rápida deslocalización que nos deje sin empresas y sin trabajadores. Es posible abominar de las autovías, yo lo hago de vez en cuando, pero nadie quiere, ni sabe, plantear un cambio de modelo que las haga innecesarias y con el modelo actual nadie puede, seriamente, abogar por mantener una red de carreteras tercermundista. El Peak Oil ya está aquí y para quedarse, pero no podemos darnos por enterados porque eso provocaría el pánico y supondría renunciar a una nueva etapa de crecimiento, cosa que no podemos hacer. Mientras tanto, los precios altos del petróleo llevan a la recesión y los bajos desincentivan la exploración de nuevos yacimientos y la explotación de los antiguos. La deuda de los países y la de los particulares es imposible pagarla, eso ya lo sabe todo el mundo, pero mantener la ilusión de que se pagará, imprescindible para que el tinglado funcione, sólo puede hacerse en un entorno de crecimiento. La deuda privada en España supera, con mucho, lo tolerable pero la única solución obvia, que la gente deje de gastar y viva de acuerdo con sus posibilidades, provocaría un hundimiento aún más rápido de una economía basada en el consumo interno más que en ninguna otra cosa. La complejidad de todo el sistema hace que tengamos que limitarnos a poner parches, observar el resultado, ver por dónde se escapa el aire y poner otro parche. Eso y que no empeoren las cosas, es lo que cabe esperar de los gobiernos actuales. Poco más. El futuro habrá que plantearlo cada vez más local e individualmente, única forma de reducir esa complejidad y hacerla mínimamente comprensible y manejable. A pesar de lo que tienen de utopía, seguiremos siendo 6800 millones de habitantes, la elaboración de planes de contingencia por parte de las ciudades pequeñas y medianas y la inversión en sistemas e infraestructura que incrementen la sostenibilidad y reduzcan la dependencia exterior puede ser la única actividad razonable para los próximos años. Puede ser, pero no creo que sea. La gente prefiere, y hay que comprenderlo, el punto de vista optimista que consiste en creer que esto que está pasando no es más que la manifestación normal del comportamiento cíclico de la economía y que lo único que hay que hacer es prepararse para la parte expansiva del ciclo, que está al caer. Pero, cuando José interpretó el sueño del Faraón, lo que le dijo es que, en los años de vacas gordas había que amontonar grano y prepararse para los años de vacas flacas. No al revés.

martes, 16 de febrero de 2010

Otra forma de hacer política...

desgraciadamente superada.

Arenas bituminosas... ¿una solución?

Las arenas bituminosas, que cubren en Alberta, Canadá, un territorio equivalente a tres veces Aragón, constituyen una de las principales fuentes de petróleo, ahora y más aún en el futuro previsible, a medida que las más convencionales se van agotando. El petróleo aquí, se extrae de una mezcla de bitumen, un petróleo muy pesado con mucho carbón y poco hidrógeno, que no ha terminado de cocerse, y arena y el proceso de extracción consume cantidades enormes de agua, entre tres y cinco litros por litro de petroleo obtenido y energía. La contaminación y la lluvia ácida resultante y el agua contaminada están destruyendo el bosque boreal y causando gravísimos problemas ambientales y a la salud de la población del territorio pero, aunque la mayor parte de los beneficios van a parar a las compañías extractoras y a los consumidores norteamericanos que ven así reducida su dependencia energética de gobiernos mucho menos estables y fiables que el canadiense, la población del territorio parece encantada con la repentina riqueza que le ha caído encima. Más o menos lo que está pasando en el Pirineo con las estaciones de esquí y las urbanizaciones salvajes. Muy probablemente, la tasa de retorno no supere el 3 a 1 y si se consideran cuidadosamente todos los inputs energéticos necesarios, estará muy cerca del 2:1, que, en modo alguno, compensa el gravísimo daño causado a un espacio vital, ni la enorme liberación de carbono causada por la destrucción del entorno natural, pero las arenas bituminosas permiten sostener la ficción de que no hay a la vista nada parecido al peak oil y que la fiesta puede continuar sin problemas. Mientras tanto y según el NYT, China está aumentando rápidamente su demanda de petróleo, los conflictos internos están afectando a los oleoductos nigerianos y la tensión en el Golfo vuelve a crecer. La cuestión está, sólo, en saber con qué rapidez crecerá la demanda, ahora que parece que se ha dado carpetazo, aunque sea temporal, a la crisis y si la capacidad en reserva de la que tanto alardean los árabes podrá o no, cubrir esa demanda. Porque, si no es así, y lo más probable es que no lo sea, podemos esperar un incremento generalizado de la tensión y también de los precios de petróleo, dentro de este mismo año y de ahí a la escasez de combustible y a encontrarnos, un mal día de cualquier invierno, con las gasolineras cerradas y las estanterías del supermercado vacías sólo va un pequeño paso.